Baño de realidad
Mbappé le dio ayer un baño de realidad al Barça. Desde enero, el equipo de Koeman había competido con un buen tono y ayer, cuando llegó Europa al Camp Nou, se desmoronó ante la velocidad y el físico del equipo francés. Los blaugrana volvieron a vivir el síndrome Roma, Anfield o Lisboa y demostraron una fragilidad psicológica que ya se había visto en otras ocasiones en la Champions. La realidad es que la columna vertebral Piqué, Alba, Busquets y Messi ha estado en todos los desastres europeos últimamente. Se puede culpar a todo el resto, pero esa no es la solución. La gran verdad es que el PSG ofreció lo que el fútbol moderno exige: velocidad y físico y el Barça no fue capaz de ir a por el partido. El gol del empate penalizó demasiado al Barça que jugó una buena primera mitad, pero se desmoronó cuando el físico se impuso en una segunda parte sin opciones. Mbappé le ganó la partida (y el partido) a Messi en lo que mucha gente ayer vio como un relevo en el mundo del fútbol.
EL PSG TIENE MEJOR PLANTILLA, SÍ. Sin Neymar fue capaz de jugar con velocidad adelante para Mbappé, una pesadilla ayer para la banda de Dembélé y Dest . La entrada de Piqué se podía entender, por jerarquía, pero no solucionó nada. Sus gritos indicaron desconcierto en lugar de actuar como motivadores para un equipo mentalmente frágil. Los futbolistas del Barça debían haber salido a morder desde el minuto uno y salieron más a controlar. De los dos Barça, el de la velocidad y el de la pausa, se apostó por el segundo porque es el que no da vértigo a una plantilla que no está acostumbrada a imponerse en el terreno de la velocidad y el físico.
MESSI NO FUE EL JUGADOR DECISIVO ni determinante de otras noches. Su idilio con Europa se frenó en Berlín y Mbappé maravilló en su primera aparición en el
Camp Nou con un ‘hat-trick’ sí determinante, sí decisivo en el partido que el equipo más necesitaba sin Neymar a su lado y ante el Barça en Barcelona. De la eliminatoria, nada, no hay opción. Adieu! ●