Xavi Pascual tiene más razón que un santo
El entrenador del Barça de balonmano, Xavi Pascual, está que trina. Y Barrufet, y Albert Soler, y todos los jugadores del equipo. Y con razón. A mitad de competición de la Copa de Europa, la Federación Europea (EHF) ha decidido cambiar el formato de la competición con lo que se perjudica al Barça. Hasta esta semana, y como en las temporadas anteriores, los primeros equipos de cada grupo quedaban exentos de jugar los octavos de final. Por méritos propios, el premio era saltarse una ronda. El Barça, hasta la semana pasada, se vació para ganar todos y cada uno de los encuentros para tener el privilegio reservado a los primeros de grupo y plantarse directamente a cuartos de final. De haber sabido que, casi, era igual quedar primero que segundo de grupo, la lucha sin cuartel en los dos partidos contra el Veszprem no hubiese sido tal. De golpe, la Federación cambia el formato y dice que ahora todo el mundo tiene que jugar obligatoriamente los octavos de final, a doble partido. El lamento de Xavi
Pascual se ha hecho esperar y ha sido diplomático en las formas y en las palabras. Si el entrenador hubiera dicho en caliente lo que piensa, las represalias de la EHG podrían llegar en forma de sibilinos arbitrajes. Cambiar el reglamento a mitad de partida es injusto. Pero conociendo el talante del equipo, hubieran ido a ganar igual todos los encuentros sin desmayo y, además, nadie duda de que pasarán la ronda de octavos ●