Prohibido dudar
Cuando algo funciona bien, conviene no tocarlo. Especialmente en el mundo del fútbol. Esa reflexión es la que debería hacer Diego Pablo Simeone a estas alturas. El Atlético de Madrid
ha hecho una primera vuelta de Laliga histórica, jugando de una manera muy concreta, no tanto táctica como intencionadamente, tratando de aprovechar al máximo las virtudes de los jugadores que componen su plantilla. Equipos como el Bayern de Múnich yel Real Madrid
demostraron que jugando como varias temporadas atrás el resultado tiende a no ser el mismo. También el FC Barcelona estuvo cerca de conseguirlo.
Ayer frente al Chelsea la versión fue incluso grosera. No porque no sea lícito plantear un partido de eliminatoria europea buscando no encajar gol, sino por lo anormal que resulta ver a jugadores de tanta calidad correr detrás del balón o recuperarlo a continente y medio de distancia de la portería contraria. Es una manera asombrosa de desperdiciar el talento. Si lo que ha hecho dudar al entrenador han sido los últimos resultados ligueros y ver la distancia reducida con sus perseguidores, hay unos cuantos argumentos para rebatirlo.
El principal es que ha faltado efectividad, pero no juego. La clave de aquí al final de la actual temporada es seguir confiando en como venían haciéndose las cosas, porque es así como llegaran los resultados. Y en el caso de no hacerlo, siempre será mejor caer con la dignidad como se perdió ante el
Levante que hacerlo como en
Bucarest ●