Pensar en grande
Se entiende perfectamente que el Barça eligiera el horario de las 12.30 para jugar frente al Manchester City el partido de ida, en Monza, de los cuartos de final de la Champions femenina. El equipo sufre muchos desplazamientos y la elección se debió a una cuestión tan básica como la de que las futbolistas pudieran descansar mejor después de venir de un viaje y antes de ir a otro. Pero un enfrentamiento europeo entre dos grandes equipos como el blaugrana y el azulado seguramente merecía un horario más acorde con el espectáculo y con el aficionado que con la lógica preservación del descanso de las jugadoras.
EL FÚTBOL FEMENINO HA DE PENSAR en grande. Porque es grande. Ha de creérselo. Sería impensable jugar un partido de Champions masculino a las
12.30 h. entre semana, aunque fuera sin público. El fútbol femenino ha de empezar a pensar hacia afuera en lugar de hacerlo hacia adentro. Es bueno hacerlo sin prisas aceleradas y recorrer el camino plano en lugar de hacer una carrera de obstáculos. El Barça femenino ha sido un auténtico ejemplo en los últimos tiempos. A todos los niveles. Ha acertado prácticamente en todas las decisiones y la apuesta ha salido muy bien. Mucha gente ha aportado mucho. Y hay que seguir.
EL BARÇA-CITY HA DE SER UN PARTIDO transcendente. Hay que incluir a los medios en esos deberes. Las blaugrana van a enfrentarse a la mejor jugadora del mundo, elegida The Best en 2020, la británica Lucy Bronze, una lateral de 29 años, capaz de subir a lo más alto del ranking a pesar de jugar en la defensa. Este City tiene también a dos campeonas del mundo con Estados Unidos: Lawelle y Mewis. Y el Barça tiene un conjunto impresionante con líderes en cada una de las líneas y jugadoras de extraordinaria calidad, capaces de meterse en la cuarta semifinal, que de llegar tendría el partido de vuelta en Sant Joan Despí, con público en el campo ●