Las teorías de Cañizares
El comentarista erró al interpretar la ofensa de Diakhaby como un malentendido
El conflicto Mouctar Diakhaby y Juan Cala en el Cádiz-valencia evidenció como los narradores tardaron en darse cuenta del problema por no estar en el estadio. La disputa sucedió fuera de plano. En breve, el realizador pudo ofrecer la repetición de la jugada desde una cámara que permitía ver, entonces sí, a Diakhaby tan enfurecido con Cala que se interpretó lo que había sucedido. “Nos tenemos que agarrar a Ismael Medina que es quien está in situ” apuntó Adolfo Barbero en Movistar+, delegando en el compañero que estaba a pie de campo. A Adolfo Barbero y Santi Cañizares se les notaba dubitativos a la hora de contar lo sucedido. Ante esta situación, hay dos posturas posibles. La del que acepta el racismo como posible origen del altercado y el que se hunde en una falsa equidistancia absurda que solo empeora el panorama. Barbero optó por lo primero y apuntó a la posibilidad de no seguir jugando el partido y señaló como una “perogrullada” que Diakhaby, el damnificado, quedara fuera del encuentro. Cañizares, en cambio, optó por lo segundo, teorizando en exceso sobre la frecuente mala interpretación de los insultos en el fútbol, poniendo en duda al afectado y no al agresor. Su insistencia en justificarlo como un malentendido fue hasta inapropiado. Una cosa es la prudencia y otra inventar conjeturas que niegan el racismo. En todo momento el realizador intentó ofrecer las imágenes que explicaran los acontecimientos: Diakhaby abandonando el campo seguido de sus compañeros, primeros planos de Cala pensativo, la reacción del árbitro, la reaparición de los jugadores al campo, la sustitución y Diakhaby solo en la grada. Quizá faltó en el relato una reflexión algo más amplia y especializada sobre el problema del racismo en el fútbol. Una vez más, la falta de protocolos por parte de la Liga para combatir el racismo en el fútbol hacía visible a los espectadores el caos y el desconcierto en jugadores, árbitros y comentaristas. La confusión lleva a devaneos y especulaciones en las retransmisiones que no ayudan. Unas retransmisiones que deben aportar con contundencia su grano de arena porque tienen que formar parte de la solución y no del problema.