En busca de la generación perdida
Captar nuevos espectadores conlleva algunos recursos desesperados insólitos
El martes, cuando la jornada de Champions ya estaba en marcha, en Gol ofrecían un programa de seguimiento en directo de los partidos, especialmente del Madrid-liverpool, pero con una particularidad: como no tienen los derechos de emisión no puedes verlos. Es un formato que ya se ha puesto en práctica en otras cadenas (Por ejemplo, Esport3 solía hacer ‘La ràdio en colors’ con los partidos del Barça) donde varios tertulianos van comentando lo que sucede en el campo y el espectador lo vive más o menos como si fuera una narración radiofónica, pero viendo a los invitados. En Gol, la periodista Gemma Soler repartía juego entre los colaboradores y, además, conectaba con un ‘streamer’ del canal de Twitch que relataba -más o menos- el partido para sus seguidores. Gol tiene su propio canal de Twitch y, en ese caso, un streamer llamado ‘Bydiego10’ se encargaba de la tarea. Y a cada gol del Real Madrid, la televisión conectaba con la alegría del ‘streamer’.
Es obvio que este invento de fusionar plataformas televisivas y digitales tiene la intención de captar adeptos. Parece el intento a la desesperada de ir en busca de una generación perdida, la de jóvenes que ya han desconectado de la realidad televisiva para vivir en el mundo paralelo de internet y las emisiones digitales. Pero el experimento es tan raro que no tienes claro si más que captar adeptos (o promocionar el canal de Twitch) lo que hace es expulsar parte de la audiencia. La televisión tradicional y Twitch son dos géneros tan distintos y dos lenguajes audiovisuales tan diferentes que ni siquiera se complementan. Abrir la ventana de Twitch en la televisión y ver al chaval desgañitarse, agitar la bufanda, caerse de la silla y escuchar sus alaridos es chocante: “¡Vamos, joder!” “¡Asensio! ¡Lo que has hecho mi niño!”. Gemma Soler, después, reconducía la alegría destacando la Tortuga Ninja que le servía al ‘streamer’ de amuleto. Ni la presentadora ni los colaboradores parecían muy cómodos ante esa fusión de estilos. Más que modernidad televisiva, más que progreso del lenguaje deportivo, más que la llegada de nuevos tiempos, endilgar la ventana de Twitch en la tele acaba resultando una ‘frikada’ de mucho cuidado ●