El Barça luchó contra sus defectos
La épica le dio la espalda a un Barça bravo que murió en la orilla. La madera le dejó sin premio en el último instante, pero el equipo de Koeman, ahora a un punto del Real Madrid (y del Atlético que hoy juega en el Villamarín) garantiza que no bajará los brazos. Los blaugrana jugaron a remolque tras un decepcionante primer tiempo que les penalizó hasta que el tanto de Mingueza les dio aire. Fue esta vez la cantera la protagonista de un arreón de orgullo en un Clásico cómodo para los blancos donde no faltó un penalti de Mendy a Dembélé ignorado por Gil Manzano y el VAR. Espoleados por el gol del incansable Mingueza y por la fuerza de Ilaix Moriba, los blaugrana acariciaron el empate en el minuto 94 con un tiro del joven guineano al travesaño. Ter Stegen había acudido a apurar la última jugada en el punto de penalti en busca de una heroicidad ya con Casemiro expulsado. El 3-5-2 será revisado por Koeman pero es seguro que este equipo garantiza que no se rendirá hasta el final. Laliga se aprieta. Nada está perdido con 24 puntos por disputarse.
EL BARÇA EMPEZO VALIENTE PERO EL plan del entrenador se vino abajo por los defectos defensivos en las transiciones que provocaron los goles de Benzema y Kroos. Los blancos vieron allanado su objetivo en 28 minutos. Se sintieron cómodos con pasmosa facilidad, agrupados atrás y lanzando a Vinicius y Benzema. La puesta en escena con De Jong de nuevo en la sala de máquinas junto a Busquets y Pedri fue bien recibida, con Araujo de titular. El Barça jugó en terreno del rival, Pedri encontró espacios, Messi intentó entrar desde todos los frentes, pero no hubo remate. Solo un tiro de Dembélé que despejó Courtois yun lanzamiento al palo de Leo al intentar un ‘gol olímpico’. Con el duelo muy cuesta arriba, Koeman intentó cambiar las cosas tras el descanso pasando al 4-3-3 con Griezmann delante. La montaña era demasiado alta. Alba estuvo muy activo y fue uno de los mejores atacantes pero, por contra, no estuvo acertado en los dos goles recibidos. Este Barça mantiene la deuda de ganar a un grande de su estirpe ●