Valverde, un terremoto incontenible
→ Como en octubre, volvió a ser la clave
→ Fede Valverde demostró que lo ocurrido en el Clásico del 24 de octubre no fue casualidad. El uruguayo se ha convertido en el dinamitador del centro del campo del Barça en esta temporada. No tomó nota Ronald Koeman de lo sucedido de en el primer partido y no se pudo contrarrestar el juego dominador del charrúa, que no tendría porque haber pillado con el pie cambiado a los catalanes, pero aun así lo repitió.
En aquel partido de octubre todo empezó con una potente carrera que sacó las vergüenzas a Sergio Busquets para abrir el marcador y, en esta ocasión, fue la clave para desmontar el sistema del carrilero con Jordi Alba, al que ató en corto en la presión, llegando con su poderoso físico a todas las ayudas, y lo machacó en las transiciones. Ahí tenía la debilidad el Barça y la supo aprovechar el Madrid.
Durante el primer tiempo Valverde fue incontenible en la transición. Inició tras un robo la jugada que dio el tanto a Benzema. Abrió para Lucas, entrando por detrás de un Jordi Alba que saltó en la presión, y este encontró al francés, que sacó el conejo de la chistera para hacer una genialidad de mago. Y tuvo en sus botas el tercero el centrocampista del Real Madrid, pero solo el palo se lo privó. Subió en una transición rapidísima y se incorporó por le hueco mal defendido una vez más por el Barça en su costado izquierdo. Vinicius lo vio y abrió para que el uruguayo rompiera la pelota contra el palo, en una jugada que recordó a la potencia desbordante en el Camp Nou.
Valverde dio juego cuando se necesitó, robó, corrió y superó a todos los rivales que se cruzó por delante. Estuvo en todas las ayudas sobre Alba y lo maniató todo lo que pudo, que ya es mucho, en su sociedad con Messi que casi ni apareció, aunque si que se dejó ver en algún momento de tensión en Valdevebas. Volvió la mejor versión del charrúa, la de aquel octubre en el que conquistó Barcelona, y el madridismo espera que esta vez sea para que se quede y no vuelva a desaparecer. Porque, las cosas como son, a este nivel es un imprescindible. El Clásico tiene un nombre esta temporada y no es el de Messi. Es el de Fede Valverde ●
Capital en el tanto de Benzema, explotó la espalda de
Jordi Alba