Mundo Deportivo

ENORME RAHM

Jon se despide del Augusta National firmando la mejor tarjeta de la última jornada: 66 golpes sin fallos El vasco, con su cuarto top 10 seguido asegurado, podía mejorar incluso el 4º puesto logrado en 2018

- Raúl Andreu

“He hecho lo que no pude hacer los otros días, empezar fuerte y coger confianza”

“Es divertido pensar en lo que podía haber sido; una pena estar tan lejos del líder”

No se le puede pedir más a Jon Rahm, 26 años, en su quinto Masters y en la última jornada disputada ayer domingo, en la que salió 21º empatado a 11 golpes del líder el japonés Hideki Matsuyama y una vez entregada y firmada su tarjeta de 66 golpes (-6) para 282 ya era 3º empatado a tres golpes del segundo y a seis de Matsuyama, a falta de que los líderes afrontaran los últimos hoyos del Augusta National, que son los que ponen o quitan la Chaqueta Verde. Cuatro birdies, un eagle y cero bogeys en una vuelta para enmarcar. Con tres top ten en sus cuatro anteriores aparicione­s en este Grand Slam, el número 3 mundial lo dio todo desde el minuto 1, firmó el mejor resultado y esperó acontecimi­entos en la casa-club.

Rahm salió en la última vuelta con dos objetivos claros, más bien dos cuentas pendientes que saldar. Por un lado, tratar de jugar bajo par en este Masters donde los resultados le estaban siendo más esquivos que el juego. Tres rondas consecutiv­as al par sumaba el de Barrika hasta este domingo, jornada en la que podía incluso mejorar su mejor resultado en Augusta (4º en 2018). Por otro, ‘vengarse’ de su compañero de partido Scottie Scheffler. ¿Quien? Su verdugo en los cuartos de final del reciente Mundial Match Play de Austin. Ni los torneos ni las situacione­s eran parecidas pero cualquier motivación extra es siempre bienvenida. Ambos cumplidos.

Y es que Rahm tuvo un comienzo de cuarta jornada espectacul­ar, birdie en el hoyo 1 dejando la bola ‘dada’ con su segundo golpe que por poco no acabó siendo un eagle-2, y un eagle-3 en el 2 jugando un portentoso hierro a green, botando en el centro y deslizándo­se la bola hacia la bandera escondida en la parte derecha. Se detuvo a unos tres metros y el putt en bajada acabó en la cazuela. En el 3 ‘putteó’ desde unos 4 metros para birdie y en el 4, tras otro majestuoso hierra a bandera, la bola se quedó a 2 metros y medio del hoyo y se le escapó el putt de birdie por muy poco. Este inicio de vuelta recordó al de Seve Ballestero­s cuando ganó en 1983: birdie-eagle-par-birdie.

Tras un gran ‘safe’ en el hoyo 7 el vasco se sacó la ‘espinita’ que tenía clavada con el 8 en la última vuelta, y anotó un gran birdie embocando un putt de tres metros y medio por todo el centro del hoyo. Con el par en el 9 cubrió así la primera parte del recorrido con 32 golpes, -4 en el día y 9º provisiona­l.

En los hoyos 10 y 11 cumplió sin problemas con el par y otro de los momentos cumbre de esta cuarta vuelta llegó en el par 3 del Amen Corner. Con la bandera en el lugar habitual de la jornada dominical de Masters, corta a la derecha, Rahm pegó un gran hierro de salida y se dejó una inmejorabl­e ocasión de birdie de apenas dos metros que no desaprovec­hó. El -5 en el marcador subió enseguida, lástima que no pudo hacer birdie en el 13 porque de salida se fue a la derecha a los árboles y no tenía opción de tiro a green, era muy arriesgado con la bandera donde estaba. Jugó a calle y con el tercer golpe dejó la bola, eso sí, para una nueva opción de birdie, pero al putt le faltó fuerza.

En el 14 hizo par sin problemas y en el 15, aunque se pasó de green, jugó un buen chip de tercer golpe dejándose un putt de metro y medio en subida que no perdonó. Cuarto birdie del día. En el 16 tuvo otra opción que no materializ­ó y en el 17 pudo llegar perfectame­nte el primer bogey del día pero el vizcaino, en estado de gracia, fue capaz de sacar un approach y putt fantástico­s para mantener la tarjeta inmaculada de errores. En el 18 tuvo ocasión de ponerle la guinda al pastel pero el enésimo putt de birdie se quedó corto por escasos centímetro­s: 66 golpes de sombrerazo. Y cuarto top ten consecutiv­o de Jon en Augusta.

El líder seguía siendo Hideki Matsuyama. Es bien sabido que Japón todavía no ha cantado victoria en ningún Grand Slam, así que esa página Hideki iba camino de escribirla con letras de oro. Hasta la fecha tampoco nunca había salido un japonés como líder en solitario en la cuarta ronda de un ‘major’. Hace casi 41 años Isao Aoki partió en cabeza en la cuarta jornada del US Open. Ocurrió en la edición de 1980, en Baltusrol, pero en aquella ocasión tuvo la mala fortuna de hacerlo empatado en cabeza con Jack Nicklaus, que venía liderando el torneo desde la primera ronda y que cantaría su cuarta y última victoria en el Open USA. Nunca, por tanto, un nipón se había visto en la situación de Matsuyama tras salir ayer con 4 golpes de diferencia sobre el segundo ●

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FOTO: AP Jon Rahm se lamenta del putt de birdie que se le escapó en el hoyo 4 y que le podía haber colocado con cuatro bajo par en el día

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