El señor Mussons, un respeto
unca me han gustado esas bellas palabras que se dicen en los funerales sobre alguien que seguramente las hubiera querido escuchar en vida. El fallecimiento de Josep Mussons, el señor
Mussons –con el respeto que entonces los periodistas nos dirigíamos a los directivos, no como ahora-, me ha vuelto a coger en fuera de juego. Josep Mussons, el señor
Mussons, que se le dio por partir de este mundo el día que el Barça conquistaba un nuevo título de Copa del Rey, tercer vicepresidente de la junta presidida por Josep Lluís Núñez, habilitó un lugar para que vivieran y recibieran educación jóvenes promesas llegadas de distintos lugares de Catalunya y de España.
La Masia del Barça, que está al lado del Camp Nou, mirando hacia la Diagonal, donde también se encontraba un campo de fútbol que servía para los entrenos del primer equipo, fue sin duda el primer Museo del Barça. Para muchos futbolistas fue su cuna. Ahí confiaron sus pequeños a la diosa fortuna del fútbol los padres de Andrés Iniesta, y los de Guillermo Amor, y de Nayim, y tantos otros que llegaron a formar parte del primer equipo. El señor Mussons se preocupó de inculcar los valores de la cultura catalana y cuidaba a esos niños como si fueran sus hijos. Muchos barcelonistas, de la nueva ola, quizás desconocen estas historias y por eso son tan irrespetuosos con todo lo que huele a nuñismo, cuando en realidad mucho de lo que hoy se reclama –cantera, ADN, valoresfue impulsado y reforzado por un directivo de esa junta, auténtico alma mater de La Masia, que merece todo el respeto: el señor Mussons ●