Piqué, en versión campeón
→ El central no llegó al Clásico pero la prudencia le permitió brillar en la final y ser un gran refuerzo para Koeman en este tramo final de Laliga
→ La victoria del FC Barcelona frente al Athletic en Sevilla no solo le supuso su 31ª Copa del Rey sino que volvió a casa habiendo recupe- rado a uno de sus principales líde- res sobre el terreno de juego. Se trata de Gerard Piqué, que tras perderse el Clásico por precaución volvió al césped para comandar a los suyos desde el eje de la zaga. El partido ante los leones se recordará por la excepcional segunda parte, por los goles y por la gran celebración posterior, pero también por una nueva actuación imperial de Piqué, que se volvió a vestir de ‘Piquenbauer’ una vez más. Se pasó el partido dando instrucciones y ordenando a los suyos. “Ready to go, ready to go, go, go, go” (Listo para ir, ve, ve, ve), le decía a Dest. A Mingueza le apuntaba “ahí, Óscar, ahí’, mientras que le decía al equipo “no la perdamos, hay que tener el balón”. Esto en el plano organizativo, en la ejecución sus números hablan por sí solos. Es difícil recordar un momento en el que estuviera fuera de sitio o mal colocado, y producto de ello llegaron las seis anticipaciones, récord del equipo en el partido, dos entradas con éxito, también el primero en este apartado ante el Athletic, y cuatro recuperaciones. Piqué repartió un total de 73 pases buenos y solo erró en tres, mientras que dentro de los aciertos hay que incluir una de las especialidades de la casa, los pases largos buenos, con seis. Exigido por la velocidad y la habilidad de delanteros como Iñaki Williams, Piqué saldó su hoja de servicios con solo dos faltas cometidas, el resto lo ejecutó limpiamente y sin infracción.
El del sábado fue un día para el recuerdo de Gerard, con su título 35 como profesional, y consolidó la estrategia de precaución a la hora de volver a jugar. Se sacrificó por el equipo para volver antes de tiempo y estar ante el PSG, y tuvo que pagar un pequeño peaje en forma de más tiempo de recuperación, pero ahora, fruto del buen hacer tanto suyo como de los servicios médicos y de Ronald Koeman, el Barça tiene a Piqué para afrontar las ocho finales que restan y consolidar el doblete. Con Piqué, crecen las opciones y las esperanzas del equipo y de los aficionados ●
Ordenó al equipo con sus constantes instrucciones y sus números fueron brillantes