Errores y postureos
a Superliga entró con tanta fuerza en el panorama futbolístico mundial como mediático ha sido su hundimiento en dos días. Los errores en la puesta en escena de esta competición han sido abundantes y variados. No se hizo una foto oficial de los propietarios y presidentes de los fundadores escenificando el acuerdo; no se explicaron a las aficiones las bondades del negocio al detalle; no se pactó con las plantillas y los cuerpos técnicos que el proyecto era imprescindible para poder pagarles y poder reforzarse; no se habló con los gobiernos para decirles cuáles son los agravios comparativos de UEFA y FIFA para los clubs, que son los que pagan a los cracks; no se enseñó el proyecto a los medios antes de lanzarlo para que hubiese pedagogía; no se hizo una presentación ‘super’ sino que Florentino se fue a un plató de una TV menor de madrugada. Y más errores. Sin embargo, también hay otros aspectos que no se deben soslayar. UEFA y FIFA son unos trincones y lo sabe todo el mundo; los dignos cracks y técnicos que se han opuesto al proyecto no quieren que se les toquen los contratos ni en una pandemia; Boris Johnson rompió la Unión Europea pero al ver aficionados en la calle se puso de los nervios; los modestos que han puesto el grito en el cielo, a la que pueden le venden un jugador a un grande. Y todos los que se han quejado, como puedan ir al Mundial de Qatar a jugar o a figurar se tirarán en plancha pese a los 6.500 obreros muertos. Es lo que hay. Y en clave Barça, si no hay Superliga pues costará más armar el proyecto que convenza a Messi y seducir a Haaland. Que lo sepan ●