El Alavés de Calleja sale a flote ante el ‘Submarino’
→ Los babazorros suman 7 puntos de 9 posibles con el madrileño en el banquillo
→ No siempre un cambio de entrenador es sinónimo de éxito. Pero en Vitoria parecen haber dado con la clave con la llegada de Javier Calleja, tercer inquilino del banquillo del Alavés esta temporada tras Pablo Machín y Abelardo.
El técnico madrileño cogió a un equipo que venía de lograr una sola victoria en sus últimos 14 encuentros -seis derrotas en las últimas siete jornadas- y le ha dado, en apenas 15 días, una vuelta de 180 grados a la situación, logrando siete de los nueve puntos en juego y sacando al conjunto babazorro de la zona de descenso.
Ante un Villarreal que venía de endosarle una ‘manita’ a domicilio al Levante (1-5) de Paco López, el Alavés logró mantenerse a flote pese a las acometidas de un ‘Submarino Amarillo’ al que detuvo Fernando Pacheco, que ya fue clave en el empate albiazul en San Mamés (0-0), y apuntilló Édgar Méndez a 10 minutos del final.
Asenjo, suplente
El encuentro arrancó con la sorpresa de la presencia de Gero Rulli en la portería amarilla. La semifinal de Europa League ante el Arsenal está a la vuelta de la esquina y Unai Emery optó por rodar al guardameta argentino, dejando a Sergio Asenjo en el banquillo.
Antes de que se cumpliera el
cuarto de hora, el ex de la Real Sociedad evitó hasta en dos ocasiones el tanto de Joselu, que a la tercera obtuvo su recompensa e inauguró el marcador con un testarazo a portería vacía después de un chut mordido de Jota Peleteiro, cada vez más cómodo con Calleja.
Con el 1-0, los babazorros se encomendaron a ‘San Pacheco’, que evitó el empate en dos ocasiones ante sendos remates a bocajarro de Paco Alcácer y Gerard Moreno antes del descanso. Con el Villarreal igualmente volcado se reanudó el partido y Alcácer, que llevaba desde noviembre sin marcar en Laliga Santander, puso fin a su sequía goleadora con una resolución de gran nivel tras pase de Gerard
Pacheco fue un muro y Joselu marcó diferencias con un tanto y una asistencia
Moreno.
Precisamente Paco Alcácer es- tuvo fue quién estuvo cerca de a dejar KO a un Alavés grogui, pero Pacheco, inconmensurable nue- vamente, le ganó en el mano a ma- no al delantero de Torrent. Con el carrusel de cambios habitual de las segundas mitades, el Villarreal fue perdiendo mordiente y se vio sorprendido por Édgar.
El tinerfeño, que había salido de refresco, le ganó la tostada a Mario Gaspar y remachó al fondo de la red un enorme centro de Joselu.
Tres puntos de oro para un Ala- vés que ya suma 30 y que bajo el mando Javier Calleja, con el que aún no conoce la derrota, ha recu- perado la esperanza ●