Diez años de la exhibición del ‘puto amo’
→ Guardiola insufló energías a sus jugadores antes de la ‘semi’ Madrid-barça
→ Un decenio después del último Madrid-barça de semifinales de Champions, aún retumban en el Bernabéu las palabras de Guardiola que dieron a sus jugadores la energía y el impulso anímico que requerían tras haber perdido la final de Copa contra el mismo rival. Ayer se cumplieron diez años de que Pep concediese el título de ‘puto amo’ de la sala de prensa a Mourinho. Hoy se cumplen de la exhibición de Messi, que hizo estragos en el campo como su técnico los había hecho ante la prensa.
Seis días después de la cacería consentida por Undiano Mallenco en la final de Mestalla, Pep sacudió conciencias e incentivó a sus jugadores, que le recibieron en el vestuario con una estruendosa ovación. Visto el resultado, cabría preguntarse: ¿quién era de verdad el puto amo?
La historia nace de las continuas provocaciones de Mourinho, especialmente desde el 5-0 del Camp Nou. Mourinho y sus secuaces convirtieron los Clásicos de aquella temporada en exhibiciones de antifútbol, mezquindad y bajeza futbolística. Las patadas de los Pepe, Ramos, Xabi Alonso, Arbeloa, Carvalho (con la lección aprendida del Chelsea) y compañía eran complementados con provocaciones y acusaciones de teatro del entrenador.
Pep toma la iniciativa
Aquel martes Guardiola dijo ‘basta’. Tras la cacería de la final de Copa, felicitó al Madrid y se mordió la lengua, pero dejó entrever malestar por la complicidad de Undiano en la violencia desatada de los de Mou y afirmó que el fuera de juego que anuló un gol de Pedro fue por milímetros, por lo que felicitó al trencilla por su buen ojo.
Poco antes del turno de Guardiola en la sala de prensa, Mourinho mantuvo sus provocaciones: “Hasta ahora había dos grupos de entrenadores. Uno, que no habla de los árbitros y otro, grande, que los critica cuando fallan. Ahora hay un tercero, en el que sólo está Guardiola, que critica el acierto del árbitro”. No esperaba, acostumbrado a que le riesen las gracias, la respuesta de Pep.
Guardiola empezó así: “Como el señor Mourinho me ha tuteado, yo le voy a tutear. Le llamaré Jose. ¿Cuál es su cámara? Supongo que todas. Mañana nos enfrentamos en el campo a las 20.45 horas. La
Champions League de fuera del campo ya la ha ganado, se la regalo, que se la lleve a su casa y que la disfrute. Nosotros nos conformamos con lo que tenemos, con luchar en el campo. Podríamos entrar en agravios comparativos, pero no tengo tantos secretarios, ni directores generales, ni gente que apunta estas cosas. En esta sala él es el puto amo, el puto jefe, no quiero competir con él ni un instante. Hemos estado cuatro años juntos, nos conocemos, puede creerme a mí o seguir leyendo a Alberto o creer a los amigos de la ‘Central Lechera’ de Florentino. Yo sólo felicité al Madrid por su triunfo. No sé cuál es tu cámara, Jose, pero ahí queda eso” .
Guardiola hizo alusión al escandaloso atraco del Inter-barça un año antes: “Nunca he hablado de Benquerença, del penalti a Alves o del gol en fuera de juego de Diego Milito. Si quieren hacer ver que nos quejamos de los árbitros, contra eso no puedo luchar”. Recordó que en los Chelsea-barça Mourinho ya había seguido tácticas similares, popularizó el término ‘Central Lechera’ y caricaturizó las quejas de Mou por las expulsiones de jugadores suyos ante el Barça: “Podría hacer como Mourinho y decir que Iniesta está un 80% fuera, pero no: Iniesta no estará, pero seremos once... aunque a lo mejor el Madrid acaba con diez”.
Messi lideró la exhibición del Barça (0-2) y el Madrid acabó con diez, por roja a Pepe por una entrada con los tacos por delante a la espinilla de Alves. Mourinho mantuvo su estrategia despectiva e incluyó a Stark en la lista de árbitros que ayudaban al Barça. Tuvo la desvergüenza de obviar a Benquerença o Collina cuando se preguntaba ‘¿por qué?’
Dio a Mou el título de campeón en la sala de prensa, harto de provocaciones
El Madrid venía de ganar la Copa con una dureza consentida por Undiano Mallenco