El Eibar agoniza ante la Real
→ Un solitario tanto de Isak bastó a los de Imanol para imponerse a los de Mendilibar, que tienen un pie en Segunda
→ En el deporte se dice bastante aquello de que ‘mientras hay vida, hay esperanza’, pero lo cierto es que lo del Eibar no tiene buena pinta. El conjunto armero recibió ayer a la Real Sociedad en un derbi guipuzcoano en el que los de Imanol Alguacil se impusieron haciendo buena la ley del mínimo esfuerzo. No necesitaron (ni de lejos) de su mejor actuación del curso. Concretamente, un solitario tanto de Isak mediada la primera mitad fue el único gol que se vio en Ipurua, con el Eibar reaccionando en el tramo final para evidenciar que le falta pegada y que a perro flaco todo son pulgas.
En su cómputo global, y aunque el empuje final del Eibar le añadió cierto picante al tramo definitorio, no fue el mejor partido de Laliga Santander. Arrancó gris y con falto de ritmo, y en el 26’ llegó el gol de la Real, que aconteció como una de esas cosas que pasan ‘porque tienen que pasar’. Jugada a balón parado y la pelota al corazón del área, da el cuero en el hombro de Le Normand y de repente se convierte en una asistencia para Isak, que libre de marca y con un remate mordido supera a Dmitrovic. ¿Hubiese sucedido en el otro área? Probablemente no, pero el Eibar hace tiempo que está en el punto en el que todo te sale del revés.
A partir de ahí, espabilaron los de Mendilibar conscientes de que ya empiezan a notar en sus tobillos el calor del infierno de Segunda al que se aproximan, pero con más ganas que acierto. De hecho, entre que Isak perdonó un par de veces y que Dmitrovic (una vez más) se empeñó en ejercer como salvador de los suyos, se mantuvo el Eibar con la mínima desventaja, pero siempre lejísimos de puntuar.
Con más fe que atino
En el tramo final, el Eibar encerró en su área a una Real Sociedad desconocida que ni de lejos desplegó en Ipurua el fútbol que le ha llevado hasta la 5ª posición que ocupa cada vez más cerca de certificar que el próximo curso de nuevo disputará competiciones europeas, pero el 0-1 del luminoso no llegó a moverse.
Tras esta derrota el Eibar, colista desde hace ya mucho más tiempo del que querría, se encuentra a 7 puntos de la zona de salvación, que serían 8 si el Valladolid vence en un encuentro que tiene pendiente. Con cinco jornadas por celebrarse, el cuadro armero todavía no está en Segunda, pero solo un milagro puede evitar que emprenda en breve ese viaje. Ya ha llovido desde el 3 de enero, día en el que cosechó su último triunfo hasta la fecha al imponerse por 2-0 al Granada, y ni siquiera vencer ante Alavés, Getafe, Betis, Valencia y Barça, sus rivales en lo que queda, le garantizaría la salvación ●