"NUNCA HE TENIDO MIEDO A CAERME"
→ En sus tres primeras carreras en el Mundial de Moto3 Pedro Acosta
Sánchez (Mazarrón, Murcia, 25/5/2004) lleva dos victorias y un segundo, lidera el Mundial a sus 16 años por 31 puntos al segundo, Jaume Masià. Dice de él Marc Márquez que “es bueno, muy bueno” y que “pilota diferente a los que hay en Moto3”. Si sigue así romperá récords, entre ellos el de campeón más joven de la historia, y tiene margen hasta Sepang el 31 de octubre.
¿En pretemporada se podía imaginar un inicio así?
Esto es algo que nunca te esperas porque un mundial fácil no es. Antes de Qatar el objetivo era el mismo que ahora, pasármelo bien. Yo pensaba ‘top10, top-8 estaría bien’, y haber conseguido tantos puntos en estas carreras es algo bastante bueno. Pero hay que ser prudente. En Qatar yo tiré, el grupo se molestó, al final llegué y cuando me metí en el grupo, adelanté a gente bastante rápido y no hubo una lucha de verdad. Y Portimao me ha ayudado mucho a saber que puedo estar delante en el Mundial y a saber gestionar un poco más las carreras y quedar delante.
Hablan de usted como el nuevo Marc Márquez ¿Le estamos poniendo demasiada presión?
Si la presión viene por hacerlo bien no es presión, al final tú solo tienes que repetir lo mismo que hiciste en una carrera en la otra. Seguramente, como soy nuevo en el campeonato algunos circuitos me irán peor que otros, hay que seguir trabajando como estamos haciendo, que creo que es lo importante.
Usted, como Marc Márquez, utiliza el mismo slogan de puerta grande o ambulancia/hospital ¿Esa es la clave para ser un ganador?
Puede ser. Yo creo que el riesgo y las lesiones forman parte del contrato, al final tú no puedes hacer nada. Yo nunca he tenido miedo a caerme, considero que es algo normal y al final si vas al límite sucede. No es que yo vaya buscando caerme, pero a final vas al límite y es lo que hay. Creo que le he perdido el miedo a caerme porque a las malas es un hueso roto o poco más.
¿Es verdad que en su primera carrera se puso a llorar?
Sí, sí (risas). Yo fui a mi primera carrera dos meses después de empezar a montar en moto, era una liga interescuelas y había dos grupos, el A de los rápidos y el B de los lentos y yo estaba el último de los lentos, me vi ahí y fue la reacción que me salió del cuerpo. En la segunda seguía siendo de los últimos de los lentos, pero ya la disfruté y al final del año acabé siendo de los rápidos.
Viene de familia de pescadores. ¿Cómo le dio por las motos?
Mi padre es pescador, pero siempre le han gustado mucho las motos, tenía una moto para ir el domingo a rodar, digamos que es dominguero. Me regaló una moto china de motocross e iba los fines de semana a un campo de fútbol detrás de mi casa a montar. A mí no me gustaban las motos de asfalto y el ejemplo claro es que a día de hoy donde me lo paso mejor es haciendo motocross. Paco (Mármol), mi entrenador, abrió una escuela y vi que había tantos niños que me dio el gusanillo de probar.
¿El suyo es el caso típico de chaval de origen de clase trabajadora que ha podido hacer carrera gracias a conseguir buenos resultados?
A mí nunca me han pedido resultados pero cuando eres pequeño y estás empezando sí es asequible para los padres. Pero gracias a los resultados que llevé hasta el campeonato de España eso me permitió hacer mi primer año de FIM CEV sin tener que poner dinero, en la Rockies cup solo te has de costear los viajes. A los campeonatos que he ido me han ayudado bastante porque si hubiera tenido que ser a base del bolsillo de mi padre, yo estaría en mi casa pescando.
En la tele aparenta ser muy serio
Hay que saber diferenciar, en las carreras te tienes que tranquilizar, no puedes mostrar todo de ti, en la tele tienes que parecer serio. Yo soy menos serio e introvertido de lo que parezco en la tele. Yo con los mecánicos soy como yo soy, pero si me enfoca la tele no hay que salir haciendo el bobo (risas). A mí tampoco me gustan mucho las cámaras y cada vez que vienen miro al técnico, se ríe y me dice ¿Entonces qué? ¿A cuál matamos? ¿Dónde escondemos el cuerpo?. Y yo digo ‘Fuera bromas, todavía no hace falta’ (risas).
¿Cómo se definiría en tres palabras?
Divertido, me gusta hacer que la gente se ría. Siempre he sido un poco tímido, pero al final he tenido que buscar la manera de abrirme, yo considero que con los mecánicos hay que hacer una piña como una familia, y me gusta hacer que la gente se ría. Soy serio cuando hay que serlo. Y, últimamente, tal como estoy llevando la presión, cabeza fría. A mí creo que no me ha podido la presión en una carrera.
El año pasado estaba en el equipo de la Fundación Andreas Pérez, el piloto catalán de 14 años fallecido en Montmeló en 2018 en una carrera que usted corrió también. ¿Cómo se lleva un suceso así?
Yo esa carrera me quedé medio inconsciente, me caí en la primera vuelta y sacaron bandera roja, y cuando empezó la carrera fue cuando pasó eso. Sí que te da que pensar, no es algo que pase todos los días, pero al final si esto te gusta tú sigues ‘palante’. Yo me enteré al día siguiente porque tampoco es una cosa que la gente quiera hablar.
¿De los grandes cracks qué le gustaría tener?
Lo cogería casi todo de Márquez porque si gana con esa superioridad es porque tiene algo diferente a los demás, lo veías en 125cc que ya pilotaba diferente a los demás y a mí eso me está ayudando. Yo vengo de una escuela por sensaciones, no cojo el freno como los demás, la moto no reacciona igual. Sí que ponerla a punto nos cuesta un poco más pero al final todo el mundo encuentra su camino para poner bien la moto. Cogería el 90% de las cosas de Marc y el 10% del espectáculo que daban Stoner o Schwantz.
Su llegada al Mundial se gestó después de que en KTM pasaran a Raúl Fernández a Moto2 y le dejara libre su plaza en Moto3.
Yo iba a correr con Jordi (Gatell) con todo mi equipo del FIM CEV y de la noche a la mañana Prustel se echó atrás, Jordi no tuvo culpa de nada. El martes antes de la primera carrera de Aragón me enteré que no iba a correr el mundial de Moto3, el 13 de octubre yo me iba a quedar en mi casa, y no había más opciones, lo tenía que hacer bien. Lideré todos los entrenos y las dos carreras y ese domingo fuimos a hablar con Ajo, yo, Paco y Albert (Valera, su mánager). Raúl ya había firmado para Moto3 y al día siguiente la historia cambió. Se lo agradezco porque si no estaría corriendo el FIM CEV. Imagínate como cambia la historia.
¿Se puede ganar el Mundial el primer año en la categoría?
Sí, ¿por qué no?. Yo no tengo ese objetivo al final del año pero lo que venga, bienvenido sea. A mis mecánicos cuando me preguntan cosas de estrategia les digo: ‘Mira, yo voy a pasármelo bien 45 minutos y a ver qué es lo que pasa después’. Si seguimos trabajando como estamos haciendo y me lo sigo pasando bien en la moto, que de vez en cuando en el Mundial es difícil, a lo mejor al final de año puedo estar luchando ahí” ●