SIGUE EN LA PELEA
→ El Madrid no pierde la estela del Atleti con un triunfo ante Osasuna rubricado al final por Militao y Casemiro → Zidane tiró de rotaciones pensando en el crucial duelo con el Chelsea y dio descanso a Modric y Kroos
→ El Real Madrid se mantiene en la pelea por la Liga gracias a un sufrido triunfo ante Osasuna que le permite seguir la estela del Atlético de Madrid. Los blancos, negados de cara al gol durante 75 minutos, fueron rescatados por Militao cuando el tiempo empezaba a apremiar y las aspiraciones de revalidar el título se desvanecían.
Desterrado de los planes de Zidane hasta hace mes y medio, el central se ha erigido como uno de los hombres más destacados y decisivos en el tramo clave del curso. Fue el madridista que más amenazó a Herrera en un duelo en el que Benzema, Hazard Vinicius y Asensio tuvieron la pólvora mojada.
Zidane tiró de rotaciones pensando en el Chelsea y puso en liza un once ofensivo para intentar encarrilar el partido cuanto antes. Sin Kroos ni Modric, la misión de llevar la manija recayó en Casemiro y Blanco, un canterano con hechuras.
El Madrid arrancó el duelo buscando a Hazard, participativo e indetectable, pero la escasa profundidad provocó un constante baile de posiciones entre Vinicius, el belga y Asensio en busca de soluciones. Lejos de mejorar la fluidez de la circulación, las permutas desordenaron los ataques y partieron al Madrid propiciando varios contragolpes peligrosos de Osasuna en los primeros veinte minutos.
Los avisos rojillos espolearon al Madrid, que a partir del ecuador del primer tiempo entró en combustión con una catarata de ocasiones. Hazard, Benzema y Asensio se asociaban en el balcón del área, Vinicius se desmarcaba por cualquier carril y Casemiro entraba desde segunda línea mientras Blanco marcaba el ritmo de los ataques. La zaga rojilla achicó agua como pudo y donde no llegó Aridane sí lo hizo Sergio Herrera, colosal para frustrar a Hazard y a Militao con dos paradones. Osasuna no renunció al contragolpe y el Chimy Ávila batió a Courtois pero el gol fue anulado por fuera de juego.
En la segunda parte el Madrid salió con energías renovadas en busca del ansiado gol pero Osasuna, lejos de achicarse, se mantuvo firme en la retaguardia y fue valiente para buscar la espalda de la zaga blanca, cada vez más expuesta a medida que avanzaban los minutos.
Poco a poco la angustia fue atenazando a los madridistas, imprecisos para buscar las rendijas en la defensa visitante. Vinicius se diluyó hasta que a Zidane no le quedó más remedio que sustituirlo, Hazard pagó la inactividad y Benzema no fue el faro que ilumina al Madrid cuando el panorama se ensombrece.
La entrada de Rodrygo marcó el punto de inflexión para los blancos. El brasileño se ancló en la banda derecha e hizo lo que nadie antes: desequilibrar en el uno contra uno. Su descaro y velocidad agrietaron a Osasuna, inabordable hasta entonces. Pero fue Militao el que abrió la lata en el minuto 76’ con un testarazo a la salida de un córner botado por Isco, que había entrado por Hazard minutos antes. Con Osasuna en la lona, Casemiro selló el 2-0 con un afortunado gol que alivió definitivamente la ansiedad blanca. Próxima parada, Stamford Bridge ●
La entrada de Rodrygo y la insistencia de Militao, claves del sufrido triunfo