El City prepara fiesta grande
→ El City guarda las camisetas de campeón en el almacén desde hace una semana. No tuvo más remedio que hacerlo tras la suspensión del clásico en Old Trafford pero esta tarde puede ser la definitiva. Ya no depende de nada más que de ganar al Chelsea en el Etihad para alzar la liga. El calendario, caprichoso, ha querido que Tuchel se cruce en cada momento importante de la temporada, en la FA Cup, en la liga y también en la final de la Champions.
Guardiola apela a mirar al presente: “Nos quedan dos puntos para asegurar la Premier. No me importa otra cosa”, dijo ayer. El City tiene todo de cara pero su entrenador no quiere que nadie se distraiga ni se deje llevar por la euforia. Enfrente, un crucigrama llamado Chelsea. Se tienen pistas sobre su juego tras verle atropellar al Real Madrid pero no se sabe cómo descifrar a un equipo que parece estar hecho de hierro. En cuatro meses Tuchel le ha cambiado el ánimo.
De todos modos el germano afirmó que no puede compararse todavía con el City: “Cuando uno se mide a Pep sabe que llega el choque más complicado porque ha dirigido a los mejores clubes de Europa. Deja su huella y su estilo en cada sitio en el que está”, apuntó. El de Santpedor también participó en ese cruce de elogios: “Es un placer ver la propuesta de Tuchel. No me sorprenden todos sus logros”, comentó.
El último precedente entre ambos favorece al Chelsea. Fue hace menos de un mes, en Wembley, casi segunda residencia para Guardiola. Sin embargo, el cuadro de la capital eliminó al de Manchester de la FA Cup en un encuentro en el que quedó reflejada su solidez. Para esta tarde no tiene otra ausencia más allá de la de Kovacic, que se perdió las semifinales de Cham- pions. En el City, sin bajas, se espe- ran cambios respecto al once titu- lar frente al PSG.
Tiene prisa Guardiola por dar carpetazo a una Premier que do- minó desde Navidad hasta ahora. Aunque a falta de tres semanas pa- ra la final continental existe el te- mor de que el City pierda tensión competitiva con la liga ya resuel- ta. En todo caso ganar esta tarde al Chelsea significa poner la rúbrica a un trofeo que premia la regulari- dad de un equipo a punto para des- corchar el champán. La pandemia va a quitar color a la celebración, pero Manchester se prepara para otra fiesta grande ●