¡El Espanyol vuelve a Primera!
→ Diez meses después de haber caído en el infierno, logró ayer ante el Zaragoza el celebrado punto que le sirvió para atar el ascenso matemático
→ El Espanyol tocó ayer el cielo y la gloria en La Romareda. Vuelve a Primera División 10 meses después de haber caído en el infierno y lo hizo tras sellar el ascenso directo de forma matemática gracias al punto logrado ayer ante el Zaragoza, un punto de oro que devuelve a los pericos al lugar del que nunca, nunca, debió irse, la Primera División.
Y finiquita así su fulgurante paso por Segunda, atando el ascenso a cuatro jornadas del final del torneo, como un gran campeón pues encadena 15 partidos sin perder.
Ayer, sin De Tomás (con Covid) , no hizo un gran partido pues le faltó mordiente y gol, pero supo ser sólido y serio y se llevó lo que quería, un empate de oro que le vale para certificar el regreso.
La cautela tiño los primeros minutos de un partido en el que ambos equipos se jugaban mucho, pues el Zaragoza necesitaba como el aire que respira vencer para huir de la cola. Poco ritmo y juego horizontal, sin incursiones en un primer cuarto sin historia pues al Espanyol le costó mucho entrar en el partido. En el minuto 13, Adrián dio el primer aviso a un Diego López, que despejó sin problemas.
No despertaba el Espanyol, nervioso y muy espeso, atenazado por todo lo que se estaba jugando. Por suerte para los catalanes, el Zaragoza tampoco inquietaba.
Darder firmó la primera ocasión clara en el 27’, pero su colocado disparo desde la frontal se marchó fuera por poco. Se fue entonando el equipo de Moreno y antes del descanso se pudo avanzar.
En el 34’ un centro envenenado de Darder no encontró rematador de milagro, en una jugada polémica pues los pericos pidieron penalti por una mano de Peybernes.
En el 43’, Adrián la tuvo con un zambombazo que repelió Diego López. Y en el descuento Embarba se inventó un chut envenenado de falta que desvió Cristian Álvarez.
Pronto avisó el Zaragoza en la reanudación. En el 55’, Eguaras, a bote pronto, se sacó un derechazo que se fue lamiendo el poste de la meta perica. Tres minutos después fue Embarba el que asustó de falta, pues Cristian dejó el balón muerto al despejar y Puado no llegó de milagro. Estaba vivo el duelo pero faltaba acierto en los metros finales en ambas áreas. Obtusos.
Pero apareció Puado y mereció el gol. En el 68’, el canterano se desmarcó de lujo y previo autopase, se plantó ante Cristian pero no definió bien, salvando otra vez el meta argentino. Nervios, muchos, aunque ni Espanyol ni Zaragoza mordieron apenas en una recta final que acabó en éxtasis perico. Merecido ascenso, histórico ●
Se notó la baja de RDT, pero Darder y, sobretodo, Puado acariciaron el gol sin suerte