EN BANDAJE AL MADRID
→ El Barça reacciona tras un mal primer tiempo en el que Ter Stegen frenó al Atlético, pero se queda sin el premio del gol → El empate entierra gran parte de las ilusiones azulgranas en Laliga y el Atlético sabrá hoy si el punto es bueno
‘Goal average’ perdido El Barça tiene el enfrentamiento directo perdido con el Madrid y el Atlético, que ganó 1-0 en el Wanda.
→ Barça y Atlético fueron incapaces de resolver a favor de uno u otro el partido en el que tenían que ganar media Liga. El empate entre un Barça que salió como si no le fuese la vida en el envite y un Atlético que pudo haber resuelto en el primer tiempo pero acabó sufriendo y dando por bueno ese exiguo 0-0 deja todas las posibilidades en bandeja al Madrid, que ya depende de sí mismo: si lo gana todo será campeón, a pesar de que de momento los colchoneros siguen en primer lugar. Desde luego, el empate deja las cosas peor para los de Koeman que para los colchoneros, que de momento siguen líderes. Da la sensación de que ayer el Barça dijo adiós a medio título. Tal vez se dé una carambola, pero hoy por hoy lo ha perdido. Menos dramática es la situación del Atlético. Hoy los colchoneros sabrán si ese 0-0 es bueno o no. El Barça ya supo ayer que no lo es. Ahí está el valor de lo que los azulgranas perdieron contra el Granada.
Después de una bonita reacción en la segunda mitad del campeonato, el Barça ha llegado braceando hasta la orilla y ahí agoniza. Lo mismo puede decirse del partido de ayer. Tras un paupérrimo inicio, Ter Stegen mantuvo con vida al equipo y en la segunda parte llegó una reacción con un gran Messi que bien pudo hacer que los tres puntos se quedasen en el Camp Nou: el triunfo estuvo en una falta lanzada por Leo que rechazó Oblak, en un cabezazo desde la frontal de la pequeña de Dembélé y en otra falta lanzada por Messi que marchó fuera, amén de un gol de Araujo en fuera de juego. El Atlético, que capeó el temporal al final, también tuvo un córner para ganar después de un toma y daca agónico.
Las madrugadoras bajas de Lemar y Sergio Busquets afectaron a ambos equipos. Mucho más al Barça, a la vista de cómo se vino abajo el juego del conjunto azulgrana tras la salida de su mediocentro titular. Se puso en su lugar un De Jong desconocido, con Moriba, sustituto de Busquets, situado como interior izquierdo. Un partido de tanta presión le puso a prueba.
Los minutos de Ter Stegen
El mayor control inicial del Barça topó con la esperada fortaleza estructural del Atlético, que pese a esperar a su rival bien armado atrás fue el primero en avisar con llegadas peligrosas: un disparo de Lemar, antes de lesionarse al quedar clavado en una acción con Sergio Busquets, y una falta lanzada por Suárez, ambos disparos a las manos de Ter Stegen. Sobre todo, el Atlético avisó en un centro de Suárez sobre Correa, cuyo remate en el área pequeña fue frustrado in extremis por una acción providencial de Lenglet.
Ter Stegen, que ya había detenido un remate de Carrasco invalidado por fuera de juego, rechazó un centro-chut de Suárez tras una recuperación de Koke ante Ilaix, sustituto de Busquets a causa de un choque cabeza contra cabeza con Savic. ‘Busi’ quedó mareado, intentó continuar y acabó pidiendo el cambio, desorientado él y desorientado el Barça, lo que aprovechó el Atlético para intentar resolver.
Hasta el minuto 28 no había disparado a portería un Barça sin profundidad: fue Griezmann y Oblak blocó sin problemas. La baja de Busquets acabó de dejar al conjunto azulgrana sin timón y Ter Stegen volvió a evitar el 0-1 en un disparo de Carrasco tras el cual Suárez simuló penalti del portero alemán, que no daba crédito y recriminó la antideportiva acción del uruguayo. El Atlético le había robado incluso el balón al Barça, apretaba y en una internada de Carrasco y un remate de Felipe a la salida de un córner volvió a rozar el gol, que el Barça sólo tuvo cerca en una aventura en solitario de Messi: surgió el argentino desde la derecha, la zona de un Saúl amonestado, para trazar una de sus diagonales y lanzar un chut con la izquierda que Oblak desvió a córner con la punta de los dedos.
Único aviso de un Barça anodino en toda la primera parte, impropio de lo que estaba en juego. Regresaron del vestuario con otro talante y al minuto ya habían tenido un cabezazo de Lenglet (quitó un remate clarísimo a Araujo) desviado por poco en el lanzamiento de una falta.
El Barça subió una marcha, cambió el decorado y empezó a buscar a Oblak. Un chut de Ilaix acabó en córner y el meta se lució en una falta directa lanzada por Messi, activado en todo momento, muy vigilado y entrado permanente en falta. Araujo, sustituto de Mingueza y colosal en el uno contra uno, marcó un gol anulado por un fuera de juego milimétrico en la portería en la que Mateu robó en su día una Liga al Barça.
Con muchísimo en juego, el Barça había equilibrado el partido, convertido en un toma y daca agónico. Dembélé, que tal vez debió haber entrado antes, cabeceó alto desde la frontal de la pequeña un centro de Alba y Messi tuvo una falta centrada que se perdió. El Barça agoniza en Laliga ●