GANAR Y PRESIONAR
→ El Barça, obligado a ganar en el Ciutat de Valencia para seguir aspirando al título de campeón de Liga → “Me veo como técnico la próxima campaña” → Si vence será líder provisional a la espera de que Atlético (mañana) y Madrid (jueves) tropiecen
Jordi Alba estaba en la misma lista de salida que Arturo Vidal, Suárez y Rakitic. Pero Koeman pidió quedárselo, prometió que le sacaría rendimiento y Alba le ha correspondido haciendo una temporada enorme. El cambio de sistema –la seguridad de jugar con tres centrales- incluso le ha beneficiado. Si la moto de Alba llega algo justa de gasolina a final de curso es porqué lleva 17 titularidades seguidas sin descanso y 46 encuentros de 51 disputados. Ni el mejor motor lo resiste sin desgaste. Simeone, consciente de lo mucho que genera Alba en ataque, cortocircuitó su conexión con Messi .Y el invento le funcionó. Tal fue la frustración del carrilero que lo pagó con el árbitro. Dice el acta de Mateu Lahoz, “en el minuto 81, tarjeta amarilla a Jordi Alba por protestar una de mis decisiones”. Con esta tarjeta, queda a una sola de la suspensión. Lo grave es que las 4 amarillas del segundo ciclo de Alba son todos por el mismo pecado: protestar. Es más, de sus 9 amarillas en la Liga, 6 son por protestarle al colegiado. Son demasiadas. Es una reincidencia absurda. Uno puede pensar que demuestra que es un ganador y que saca su rabia de esta manera… pero sus protestas y sus aspavientos no hacen ningún bien a la imagen del Barça. Y peor aún, si hoy viese la décima, Koeman no podría contar con él jugándose la Liga. Un poco más de contención no iría mal ●