Pues sí, “estamos todos arruinados”
El día que presentó la Superliga, Florentino Pérez soltó una afirmación a la que nadie pareció hacer mucho caso: “Estamos todos arruinados”. Se refería a los grandes clubs de fútbol. Concretamente, a los 12 que durante meses habían trabajado a fondo el modelo de la Superliga. La confesión, en medio de tanta contestación forofa y mediática, pasó desapercibida... pero era una realidad alarmante que se debe tener muy en cuenta. El Inter, que era uno de los 12 que se amilanó por las amenazas de la UEFA, acaba de ganar el ‘scudetto' tras 11 años de ni olerlo. Pues bien, el día de la celebración del título, el CEO del club, Beppe Marotta, aguó la fiesta anunciando que el Inter está “en una situación catastrófica por algo que pasó de repente”. Respetarán las primas pactadas con los jugadores por el título, pero automáticamente tendrán que bajar salarios y los futbolistas dejarán de
cobrar dos meses de sueldo. Además, el club tendrá que malvender alguna de sus estrellas, intentando no descompensar el equipo. En Madrid, si se va Sergio Ramos se ahorrarán una ficha extraordinaria. Fórmulas similares tendrá que ejecutar el Barça para intentar enderezar una situación financiera al límite. Tras 14 meses sin vender entradas, tickets del Museo ni camisetas, las pérdidas del ejercicio rondarán los 400 millones. Y aquí, detrás, no tenemos un Estado ni un archimillonario para pagar el pato