Nadal, sin tiempo para fiestas
→ Cerró por la noche un brillante triunfo sobre Sinner, hoy juega octavos de Roma sin tiempo de respirar
→ “Es una victoria de prestigio y de confianza. He jugado un buen partido ante un duro rival. Es para estar satisfecho”, señalaba Rafa Nadal rondando las diez de la noche de ayer en Roma. Acababa de salir de la pista central a la carrera, con las mismas prisas con las que atendió su comparecencia ante los medios de comunicación. Tanta urgencia se debía, según detalló, a que era muy tarde y al día siguiente, hoy, debía estar ya listo para su duelo de octavos.
“No tengo ninguna sensación de sentirme perjudicado. Creo simplemente que es un hecho que no está bien. Creo que el programa está mal hecho. Ni enfado ni problema, pero las cosas con como son. Suerte que he ganado el segundo set. Vas al tercero, acabas a las once de la noche y debes estar listo a las once y media al día siguiente. Me parece algo exagerado”, se refirió Nadal.
Cerró la jornada del miércoles con un espectacular partido ya en el debut, en la segunda ronda de un Masters 1000 ATP de Roma que ha ganado nueve veces. El premio no era excesivo, ya que Rafa Nadal únicamente logró meterse en octavos de final, pero la victoria, por sufrida y su valor, significa mucho. El italiano Jannik Sinner prometía grandes emociones, mucho riesgo, y Roland Garros está a tres semanas, y un KO tan rápido hubiera sido complicado para el rey de la tierra batida, ya que se hubiera unido a la derrota en Madrid ante Alexander Zverev.
Un óptimo Rafa Nadal, 24 años y nº 3 mundial, derrotó a un explosivo Jannik Sinner, 19 años y nº 18, por 7-5 y 6-4 en 2h.10’ de excelente tenis, que hubiera merecido la presencia de espectadores, que volverán hoy al Foro Itálico, aunque no cubriendo más del 25% de la capacidad de la instalación.
Nadal se las verá, en tercer turno, contra el canadiense Denis Shapovalov, zurdo como él. De 22 años y 14º ATP, el norteamericano se deshizo del italiano Stefano Travaglia por 7-6 (2) y 6-3, con tres horas más de descanso que el español, que debió emplearse a fondo hasta entrada la noche.
Por eso los recelos del balear con el orden de juego, que diseñan a la par la organización (Federación Italiana de Tenis) y la ATP. Nadal deberá estar pendiente de qué sucede en los dos choques previos. A las diez de la mañana abren Novak Djokovic y el malagueño Alejandro Davidovich. A continuación juegan Ashleigh Barty y Veronika Kudermetova. Pinta que sobre las 14.00 horas, o antes, Nadal volverá a la central.
Rodado. Esperaba problemas, y los halló y afrontó. Conocido el potencial de Sinner, el balear lo comprobó en cuartos de Roland Garros 2020 (7-6, 6-4 y 6-1) y durante las dos semanas conjuntas de cuarentena previas al Open de Australia. Reventó la bola el transalpino, aunque regaló más errores de los que puede permitirse ante un Nadal en modo positivo. Pecados de juventud, no aguantando ninguno de los dos ‘breaks’ a favor que tuvo y que entregó enseguida, como tampoco el 2-4 de la segunda manga, en la que dio un zarpazo de calidad y experiencia Rafa ganando los últimos cuatro juegos del choque. Saber estar. Aguantó hasta la séptima bola de set en el primer set y esperó un cuatro ‘matchpoint’ para finiquitar. Completo ●