El Madrid mantiene el pulso → El equipo de Zidane echó mano de su pegada para golear al Granada y continúa con su persecución al Atlético de Madrid a falta de dos jornadas
→ El Real Madrid hizo los deberes goleando Granada y mantiene su persecución al Atlético en la carrera por revalidar el título de Liga. La versión más efectiva de los de Zidane bastó para cosechar los tres puntos en un partido que se le pudo atragantar tras el 1-2 de Jorge Molina y que supo resolver a tiempo para evitar males mayores.
La apuesta de Zidane por revolucionar el once salió a pedir de boca para el Madrid, revitalizado con Valverde, Rodrygo y Migue. El canterano mejoró mucho las prestaciones de Marcelo, el uruguayo dio aire a la medular y el brasileño puso el picante y la clarividencia en ataque.
El reparto de papeles quedó definido desde el arranque. El Madrid, obligado a ganar para no descolgarse, salió con el cuchillo entre los dientes y dispuesto a dominar. Ante este escenario el Granada optó por resguardarse atrás, pero su planteamiento saltó por los aires por culpa de una genialidad de Miguel Gutiérrez. El canterano descerrajó a la defensa nazarí con un pase de ‘cuchara’ al espacio para el desmarque de Modric. El croata, sin apenas ángulo, batió con la zurda a Rui Silva por debajo de las piernas (17’).
El equipo de Diego Martínez se quitó el corsé cuando se vio por debajo en el marcador y el partido se convirtió en un correcalles caótico. Los nazaríes dispararon con balas de fogueo en ataque y además descuidaron la retaguardia, circunstancia que el Madrid no supo penalizar porque Vinicius la pifió casi siempre en la toma de decisiones. Al filo del descanso, el ex del Flamengo tuvo una contra muy franca en la que optó por definir en lugar de buscar a Benzema, totalmente solo a su izquierda.
Quien no perdonó fue Rodrygo, que arregló el desaguisado de su compatriota marcando el 0-2 en el descuento del primer tiempo. El brasileño recuperó un balón dividido, avanzó sin oposición hasta el área rival y fusiló a Rui Silva con un disparo seco y ajustado para marcar su primer gol en Liga (46’).
En la segunda parte se notó que al Granada se le está haciendo eterna la temporada. Sin varios puntales y sin chispa, le costó un mundo cambiar el rumbo del partido. El Madrid, por su parte, trató de rebajarle las pulsaciones al duelo pensando en el Athletic sin renunciar a buscar la portería contraria. Ahí emergió la figura de Modric, que se disfrazó de Kroos para templar el juego y gobernar las posesiones del Madrid desde el perfil izquierdo.
Pero el triple cambio de Zidane dando entrada a Hazard, Isco y Asensio por Vinicius, Valverde y
Rodrygo mandó un mensaje contraproducente a su equipo, desnaturalizado a partir de entonces y muy confiado con el 0-2 en la buchaca. El Madrid cedió la iniciativa, se partió en dos y permitió que el Granada se metiera en el partido. Luis Suárez tuvo en sus botas el 1-2 pero falló un remate a portería vacía.
El equipo de Diego Martínez olió sangre y Molina anotó el 1-2 tras aprovechar un mal rechace de Courtois. Cuando se vieron con el agua al cuello, los blancos espabilaron y retomaron el control del duelo de inmediato para sepultar la reacción local. En un minuto el Madrid sentenció el choque con dos goles. Primero Odriozola culminó un centro raso de Hazard (75’) y segundos después Benzema aprovechó una mala salida de Rui Silva para marcar a portería vacía desde 30 metros.
Ya solo hubo tiempo para que Courtois se luciera con varias paradas y el Madrid, tras superar el sofoco, se dedicó a guardar fuerzas para las dos batallas que le restan ●
El Madrid reaccionó cuando se vio con el agua al cuello para matar el partido