Melbourne no es París
→ Nadal y su equipo diferencian el mérito de ambos éxitos
→ “A nivel personal es algo increíble, es la victoria más inesperada de mi carrera y una de las más emocionantes. Es difícil de explicar, es increíble lo que viví ayer y ver que estoy competitivo como jugador es algo increíble”, comentaba Rafa Nadal después de ganar su segundo Open de Australia tras remontar dos sets en contra al ruso Daniil Medvedev. Lo dejó todo, tanto que tardó un par de días en casa en poder moverse bien. Se sentía roto.
Nadal rindió en Melbourne después de seis meses prácticamente de baja por el pie izquierdo y sufrir la covid a mediados de diciembre, cuando preparaba el viaje a las antípodas una vez consensuó con su familia y equipo que valía la pena seguir intentándolo pese al dolor cada vez más insoportable de la articulación crónicamente dañada. “No tengo una lesión, soy un deportista que vivo con una lesión”, detalla.
Lloró en Australia, se emocionó asimismo en Roland Garros. “Sin vosotros nada de esto sería posible”, homenajeó a los suyos públicamente. En primera fila los técnicos Carlos Moyà, Francis Roig y Marc López y el fisioterapeuta Rafa Maymó. Detrás, el mánager Carlos Costa, Jordi Robert ‘Tuts’ (Nike), Benito Pérez-barbadillo (medios) y Ángel Cotorro (médico). Su esposa, Mery Perelló, su madre Ana Maria Parera y su hermana Maribel juntas. Cerrando por arriba el palco su padre Sebastià y sus tíos Miquel Àngel y Rafael. Entre los ausentes, Toni, aunque dentro de la mención.
París continúa siendo territorio Nadal. Melbourne se estaba mostrando hostil, donde más imprevistos ha padecido, Por eso, asegura el manacorí, “me sorprende más la la final de Australia. Estamos en Roland Garros. La preparación ha sido mala, muy escasa. Es el torneo de más éxito de mi carrera, cuando te aproximas a este torneo llegues como llegues sabes que si eres capaz de jugar unos cuantos partidos siempre tienes la esperanza de que va a llegar ese cambio y esa inspiración. Antes de empezar no era el favorito, sí candidato, pero no favorito. Pero el deporte cambia muy rápido. Y hay que estar preparado para ese cambio”. Por enésima vez lo buscó y tuvo la capacidad de superarse y encontrarlo a tipo.
Carlos Moyà incidió en la complejidad de Australia y la conexión más natural con París. “¿Me sorprende lo de aquí? No. Lo de Australia me sorprendió bastante más. Primero por la superficie, después por la preparación, por cómo fueron varios de los partidos. Me sorprende sobre todo esa final de cinco horas y pico. Eso sí me sorprendió. Lo de aquí puede llegar a sorprender, pero un poco menos. Es Roland Garros. Es Rafa Nadal. Todo es posible aquí” ●
Australia sorprendió a sus protagonistas, Roland Garros es tierra de oportunidades
“En esta pista única siempre tienes la esperanza de que llegará la inspiración”