Quieren sellar el mejor final
→ España afronta otro choque clave ante la República Checa para cerrar la temporada con buenas sensaciones → La Roja sigue necesitando sumar de tres en tres para llegar hasta el final optando a la Final Four de la Nations
→ La Rosaleda, Málaga. Trayecto final de la concentración, último partido de la temporada para la selección española, que se enfrenta de nuevo a la República Checa una semana después. Los de Luis Enrique, tras el empate cosechado en Praga, salvaron prácticamente el primer ‘match ball’ en Ginebra, tras ganarle a Suiza. Como Portugal no falla, la Roja necesita seguir sumando de tres en tres para llegar con todas las opciones a los dos partidos de septiembre, última parada antes del Mundial de Qatar. En Zaragoza tocará batir a Suiza para poder llegar con opciones al definitivo partido en Braga contra el cuadro luso.
Málaga espera a la selección con ilusión y emoción. La ciudad, con su equipo en horas bajas y necesitado de fútbol de primer nivel, se volcó con el cuadro nacional. De hecho, La Rosaleda presentará un lleno absoluto, su mejor aspecto, como cuando el Málaga jugaba en Champions en su época dorada hace casi un década.
Luis Enrique volverá a hacer rotaciones. El seleccionador sigue gestionando minutos en un grupo que, a estas alturas de curso, llega justo de fuerzas. Pero como todos, tal y como se encargó de recordar el propio técnico asturiano. Es partido oficial y España se la sigue jugando, así que bajo palos no se prevén sorpresas. Unai, el único que lo ha disputado todo, volverá a ser titular y se esperan cambios en la zaga, donde es duda hasta el último momento Iñigo Martínez. Carvajal, Eric Garcia y Marcos Alonso apuntan a titulares. Las principales incógnitas están en el centro del campo. Gavi parece intocable, pero es el jugador de campo con más minutos hasta el momento y ayer Luis Enrique ya echó el freno de mano ante tanta expectación por un chico de 17 años. Tocará gestionarlo dentro y fuera de la cancha. Busquets, metrónomo de la Roja, ya ha sobrepasado los 5.000 minutos esta temporada, mientras que Soler y Rodri, poco utilizados, piden paso.
Los checos, por su parte, afrontan un partido para ellos decisivo. Sin presencia en el próximo Mundial de Qatar, el equipo de Jaroslav Silhavy no tiene nada que perder. Necesitan ganar para continuar dependiendo de sí mismo. Son conscientes de que no son favoritos en un grupo en el que Portugal y España deben disputarse el primer puesto, pero llegan dispuestos a dar la sorpresa, más aún después de plantar cara e incomodarle mucho las cosas a la selección hispana hace una semana en Praga.
Tras la derrota en Portugal, Silhavy ya deslizó que “quizá tengamos que hacer más cambios” ante España. La gran duda es su referencia en ataque Jan Kuchta, el mejor de los checos en los dos primeros partidos y que tuvo que retirarse en el descanso contra los lusos. Ales Mandous podría relevar a Vaclik bajo palos después de que Silhavy prometiera una oportunidad para todos sus porteros ●