Jasikevicius, dos oportunidades de oro perdidas en tres días
El Barça de baloncesto, una de cal y otra de arena, ha vuelto a fallar cuando dependía de él. Podía ser una Semana Santa de resurrección y ha sido una Pascua de pura penitencia. Las derrotas de los equipos rivales, Olympiacos y Real Madrid, habían puesto en bandeja que el equipo de Jasikevicius pudiese terminar como líder la fase regular de la Euroliga y también de la Liga ACB. El premio era jugoso, por lo que comporta, de un rival teóricamente más asequible en los cruces y del factor cancha a favor en los cuartos de Euroliga y de los playoff de la Liga. Además, los partidos parecían, sobre el papel, asequibles. El Armani Milano, en su casa, ya no se jugaba nada. El Bilbao recibía a los culés con bajas importantes. Y se perdieron los dos. En Milán, Jasikevicius señaló “falta de mentalidad”. Esta explicación, por cierta que sea, es de las que duele, a partes iguales, a la afición y en el vestuario. En Miribilla, la derrota llegó por dos triples imposibles de Radicevic en las dos últimas posesiones locales. Es la magia de un deporte donde, tantas veces, se decide por un cara o cruz. Pero ya cuesta más de entender que el Barça, jugándose el liderato, dejase escapar ocho puntos de ventaja a poco del final, o que Higgins siga pareciendo tan triste y fallón, o que Da Silva y Paulí aporten tan poco, o que los porcentajes de triples sean mejores que el de lanzamiento de dos … Con Jasikevicius, un año atrás, se quedó primero en la fase regular de Liga y Euroliga y luego vino la decepción. Quizá ahora se esté planificando la estrategia inversa. Pero parece difícil que, cuando quieran, puedan ●