Vicios y costumbres
Al Atleti no le dan un penalti ni aunque lo parezca. Una costumbre, como que Vinicius llegue hasta la línea de fondo y culmine con diana o centro de gol, lo que viene a ser ese parto mal llamado asistencia. Decía el ‘Sabio de Hortaleza’ que no conocía más asistencia que el auxilio de la ambulancia. Costumbre, muy mala, y vicio es que Vinicius rubrique una genialidad con un gestito a la grada después de pegarse con el marcador de turno y se enrede en peleas. Es tan bueno como incontrolable. Lo primero es una bendición; lo segundo, un problema. No es costumbre que al Madrid le den un repaso como el de Montilivi, o que un mismo jugador le haga cuatro goles (Taty Castellanos) o que cuando intenta agarrarse a la estela del líder se desmorone. Costumbre es que en las grandes celebraciones en su campo al Atlético le amarguen el día. Sucedió cuando en el centenario el Osasuna de Javier Aguirre ganó 0-1. Sí, el ‘Vasco’, también huésped del banquillo visitante, con el Mallorca, el día en que el club rojiblanco cumplía 120 años vestido de blanquiazul, como en 1903. Vicio es tropezar dos veces en la misma piedra: 20’, 0-1, Nastasic. Un remate, un gol. Como dice el Cholo ,sien la portería contraria no eres eficaz y en la tuya no eres contundente, acuéstate y suda. O espera a que te piten un penalti, que el árbitro señala, pero el VAR no, después de sendas manos sospechosas, no tanto como la de Busquets .O mantén el asedio, de ahí el 1-1 (De Paul), el 2-1 (Morata )yel 3-1 (Carrasco) con el graderío inflamado, recordando lo del coraje y corazón, sin desfallecer ahora que el equipo corresponde, y con la segunda plaza en el objetivo ●