Broncas en horario protegido

El Real Madrid puede ganar dos títulos y el Barça tiene al alcance conquistar una nueva Liga. El Club Atlético Osasuna también puede hacer historia si el sábado se lleva la Copa a Pamplona en la final de Sevilla en el estadio de La Cartuja. Son las semanas de mayo siempre decisivas para subir, para bajar o para mantenerse a flote. Es el tiempo de la cosecha, de rendir cuentas y hacer balances. También de entrar y salir por la puerta pequeña o por la grande. Carlo Ancelotti tuvo un gesto que le honra al admitir que el Barça ha hecho una buena temporada en la Liga basándose en la continuidad. Xavi Hernández le respondió con un poco de sorna diciendo que “los profesionales sabemos que la Liga la gana el mejor”.

Es común, si descontamos los tiempos en los que el incontinente Mourinho entrenaba al Madrid y metía físicamente el dedo en el ojo del adversario, el trato correcto entre entrenadores, uno de los oficios más inestables del mundo laboral de elite. Se podría aprovechar esta sintonía entre profesionales para cortar de raíz todo brote de violencia. Los entrenadores tienen autoridad para ello. Y Ancelotti podría exigir a Vinicius, quizás el mejor jugador de los blancos, a que rebaje sus iras frente a sus adversarios y al público en general. No puede llevar la bronca puesta siempre y en todas partes. Sus berrinches se emiten en horario protegido. La violencia hay que atajarla desde el principio.

El espectáculo de la pelea brutal entre los jugadores de baloncesto del Real Madrid y el Partizan el pasado día 27 fue tal escarnio que los árbitros se vieron obligados a suspender el segundo partido del playoff de cuartos de la Euroliga. No sé quién fue el responsable de la trifulca. Da lo mismo. El Madrid hace gala de señorío. Pues eso ●