Iñaki Williams salva un punto en el descuento
→ Gracias a un penalti polémico por mano de Galarreta
→ Final controvertido en Mallorca. Los locales acariciaban la victoria gracias a un gol de Kang-in Lee cuando en la última jugada del partido surgió la jugada polémica del encuentro y el gol del empate del Athletic. Un centro bombeado acabó en un tiro de Raúl García rechazado por Ruiz de Galarreta con un brazo y el árbitro decretó penalti sin atender las protestas locales por una posible mano previa de Adu Ares. Iñaki Williams lo convirtió e hizo el definitivo 1-1.
Un empate que no satisface las aspiraciones de uno y otro contendiente, aunque les acerca a sus respectivos objetivos. Los de Aguirre tienen a un paso la salvación matemática y los de Valverde recortan un punto respecto al Betis, sexto y próximo visitante en San Mamés.
Al encuentro en sí mismo sólo le salvó la emoción de los últimos minutos. La dinámica del primer tiempo se mantuvo inamovible desde el pitido inicial hasta el descanso. El Mallorca apostó por un repliegue intensivo. El Athletic asumió la iniciativa del juego, pero sin tener capacidad ni ideas para generar peligro y sorprender a la sólida y contundente muralla bermellona. Las ocasiones de gol, de esta manera, brillaron por su ausencia. Un cabezazo de Valjent salvado por la zaga visitante, otro de Paredes a las manos de Rajkovic y poco más.
La segunda mitad arrancó con Nico Williams por Guruzeta en el bando rojiblanco. Los leones quisieron dar un paso hacia delante, pero el Mallorca, desde su firmeza defensiva, aprovechó la coyuntura para empezar a asomar al contraataque. Y dos salidas prácticamente consecutivas permitieron a los locales ponerse por delante en el marcador. Muriqi avisó primero y Kang-in Lee marcó acto seguido. valverde recurrió entonces a De Marcos y Zarraga primero y a Dani García y Adu Ares después.
Los leones intensificaron su dominio, pero sin llegar a disponer de opciones claras de gol. Aguirre optó por relevar a Muriqi y Kang-in Lee a cinco minutos para la conclusión para amarrar los tres puntos, pero finalmente se tuvo que contentar con uno solo ●