Muy tocados, pero no hundidos
→ La buena imagen e innegable mejoría, el clavo ardiendo al que se agarra el Espanyol
→ El Espanyol todavía no está matemáticamente en Segunda, aunque resulta innegable que su permanencia en Primera pende de un hilo. Un hilo muy fino y que amenaza con romperse en cualquier momento teniendo en cuenta el calendario que le espera al cuadro perico en las cinco jornadas restantes de Laliga. No obstante, e incluso a pesar de lo alarmante que resulta la situación, por supuesto que existe la posibilidad de ver el vaso medio lleno. Aunque reservada solo para aquellos pericos a los que el adjetivo optimista se les queda corto, claro.
Barça, Rayo Vallecano, Atlético de Madrid, Valencia y Almería son los rivales con los que el Espanyol se verá las caras antes de que Laliga 2022/23 baje su telón el fin de semana del 3 y 4 de junio. Y necesita de una actuación digna de poner en pie al mayor de los teatros. En términos numéricos, harían falta unos 10 puntos (si no más) para lograr la permanencia.
Por lo que, dicho de otra forma, tan solo está permitido un tropiezo. Y eso, teniendo que enfrentarte a equipos de la talla del Barça y el Atlético, basta para que sea lógico aseverar que solo un milagro puede salvar a este Espanyol.
Dicho todo esto, que se aleja bastante de ser una visión optimista, el clavo ardiendo al que deben agarrarse Luis García, los suyos, y la parte de la afición que elija creer es la buena imagen mostrada en el Sánchez Pizjuán, que no hace más que refrendar una innegable mejoría desde que el asturiano se hizo
El calendario plantea la salvación como una misión complicada, pero posible
cargo del equipo. Porque puede que le faltase algo de gasolina (y la creatividad del ‘tocado’ Sergi Darder) en el tramo final del duelo, pero el Espanyol demostró en Sevilla que confía en sí mismo y se ve capaz de ganarle a cualquiera.
Vaya, que si el Espanyol llega a esos enfrentamientos directos ante Valencia y Almería teniendo opciones de salvarse es perfectamente capaz de lograrlo. El problema es que antes de esa doble colina final hay tres montañas muy difíciles de escalar.
En definitiva, con la derrota sufrida el Espanyol salió anoche muy tocado del Sánchez Pizjuán, pero no hundido ●
El objetivo pasa por llegar al doble duelo final ante Valencia y Almería con opciones