Los ultras contra Messi
La manera de relatar los insultos de los radicales refuerza su papel amenazante
Una de las imágenes que más se repitieron ayer en algunos espacios deportivos fueron las de los ultras del PSG insultando a coro a Messi ya Neymar. También lanzaron gritos y amenazas contra la directiva del club, pero esas escenas ya no interesaban tanto porque lo morboso es ver el espectáculo del desprecio hacia dos estrellas del fútbol. Los entresijos de los problemas de la directiva del club francés, informativamente no motiva tanto desde una perspectiva española. Pero no solo en este caso vinculado al PSG se advierte un tipo de narrativa televisiva que delata fascinación por la agresividad, la tensión y el clima de miedo que son capaces de generar los aficionados radicales. Las cámaras se ven arrastradas por el espectáculo de violencia que provocan este tipo de grupos. De hecho, es su forma de actuar la que les garantiza su influencia mediática. Es un círculo vicioso. Pero, sin duda, en un hipotético panorama de responsabilidad mediática que debería ser compartido, habría que plantear fórmulas informativas que no les otorgaran el protagonismo que se les da. En el caso de ayer con los ultras del PSG vimos claramente cómo los radicales eran el eje central de la noticia. Su actuación a las puertas de las oficinas del PSG era explicada con detalle y se repetían las imágenes. También se subtitulaban sus gritos, para que el espectador entendiera bien sus palabras. No debería ser necesario especificar cada uno de sus insultos y amenazas. En ‘Jugones’, por ejemplo, optaron además por intercalar las imágenes de los ultras con las fotografías familiares de Messi de vacaciones en Arabia Saudí, para acentuar el contraste. El efecto acababa siendo contraproducente, porque la intercalación de imágenes hacía más explícita y personal la afrenta y lo ampliaba al contexto familiar. Favorecía el relato y las intenciones de los ultras. La manera de relatar los insultos de los radicales refuerza su papel amenazante. En un contexto en que, supuestamente, se presume de cierta labor de deportividad, pedagogía y ejemplaridad, regocijarse en las imágenes que proyectan la fuerza e influencia de los ultras no deja de ser una manera de participar de su juego ●