El ejemplo de Osasuna

La estupenda afición navarra despidió a su equipo con una ovación impresionante, mientras Jagoba Arrasate ,el técnico de Osasuna, rompía a llorar. Su equipo lo había dado todo en Sevilla, pero el título se había ido a Madrid, a un Real que impuso oficio y la buena forma de sus dos retoños brasileños: Vinicius y Rodrygo, ambos de 22 años. El encuentro estuvo marcado por una acción a los dos minutos, cuando apenas habían calentado ambos equipos, en la que Vini se fue por la banda y Rodrygo remató. A Osasuna se le vino todo el plan abajo, pero logró empatar, sin poder frenar luego otro tanto del brasileño que sentenció una final en la que Osasuna fue un ejemplo de competitividad y de unión entre el equipo y la gente. Al acabar el encuentro, un espectador que se hubiera conectado tras el final, no habría sabido quién era el campeón, ya que los aplausos y el apoyo de la afición navarra a sus jugadores fue impresionante.

ARRASATE HABÍA COLOCADO A UNA DUPLA para frenar a Vinicius, pero el brasileño rompió a la defensa demasiado pronto. Al llegar al descanso, el jugador brasileño, que no cesó de jugar a un gran nivel, volvió a mostrar ese carácter conflictivo y se encaró con Chimy Ávila en el túnel de vestuarios. El empate de Osasuna abrió el sueño de los navarros y el susto en la grada por un pequeño incendio por bengalas que fue sofocado rápidamente, pero apenas diez minutos después el Madrid sentenció. Luego lo celebró y ahora deberá concentrarse en la competición europea donde espera el Manchester City, como el año pasado, pero con una gran diferencia: este año juega Haaland en el equipo de Guardiola.

OSASUNA FUE CAPAZ DE INCOMODAR yde plantar cara al Madrid a lo largo de todo el partido con un equipo sin las figuras estelares del City. El calendario es cierto que resulta un escándalo pero la plantilla de los blancos está preparada y confeccionada para jugar a un gran ritmo en las rectas finales. No puede ser excusa en la competición fetiche de los blancos, pero hoy por hoy el fútbol del City está por encima de este Madrid que ayer logró su 20 Copa del Rey con dos jóvenes brasileños inspirados, uno de ellos poco controlado ●