Invasión de radicales en el alirón culé
→ Un centenar de la Curva torpedeó el festejo del Barça en el centro del campo
→ Toda la temporada luchando para poder disfrutar de ese momento y, por culpa de la invasión de un centenar de energúmenos, los jugadores del Barça y todo su staff, que estaban festejando el título haciendo un corro en el centro del campo, tuvieron que salir corriendo hacia el vestuario para evitar sufrir daños de consecuencias incalculables. Sergi Nogueras, uno de los responsables de prensa del club, fue quien alertó a los jugadores y técnicos de que corrieran hacia el túnel ante la invasión de los radicales. Algunos de los presentes confesaron haber sentido miedo y necesitaron de la ayuda de las fuerzas de seguridad para evitar una tragedia.
Nadie en el Barça quería esperar ni una semana más para poder celebrar la Liga, un título muy deseado y que se le resistía al club azulgrana desde hacía cuatro años. Desde antes de iniciarse el partido, y en medio de un ambiente hostil, ya con la llegada del autocar al RCDE Stadium, los jugadores del Barça se sintieron extramotivados.
En el primer derbi en Cornellà sin Piqué en las filas del Barça, el Espanyol tiró de ironía cuando los jugadores saltaron a calentar sobre el césped. Por los altavoces del estadio sonó la primera de las canciones con las que Shakira, junto con Bzrp, tiró con bala contra su ex pareja, el ex central azulgrana, al que tanto le motivaba visitar el feudo perico vistiendo de azulgrana. La presión de la grada, con los recurrentes gritos de ‘puta Barça, puta Barça’, duró poco más de 20 minutos, que fue lo que tardó el Barça en marcar su segundo gol en el partido con el tanto de Balde.
A partir de ahí, los pitos de los pericos cambiaron de dirección y se tornaron contra sus propios futbolistas, y más en concreto contra Óscar Gil, que en la primera parte sufrió una pesadilla con las internadas de Balde por su banda. Y del campo, también miraron para el palco, apuntando al presidente Chen Yansheng, que aunque no estaba presente le dedicaron unos cánticos ofensivos (“chino vete ya, chino vete ya”), en alusión a la nacionalidad del presidente.
Con el Barça bordando el fútbol, y sin levantar el pie del acelerador, cayó el 0-3 con el segundo tanto de la noche de Lewandowski antes del descanso. Con la frustración de ver a su equipo cerca del infierno y que su eterno rival se iba a proclamar campeón de Liga en su propia casa, buena parte de los 30.000 aficionados del RCDE Stadium optaron por desfilar. Los otros, dieron la nota ●
Jugadores y staff, con miedo, tuvieron que correr al túnel de vestuarios