El Elche derriba al Atleti de la ‘plata’
→ Un gran equipo ilicitano se llevó el triunfo ante una versión rojiblanca ‘pre Mundial’ con un gol que no debió subir al marcador por ser ilegal
→ Tras meses sufriendo en cada partido, preocupados por una situación que no eran capaces de revertir, imaginamos que la confirmación del descenso, por más duro que suene, fue una liberación para los jugadores del cuadro ilicitano. Obvio que habrían preferido no caer a Segunda, pero verse semana a semana en una situación con tanta exigencia, tan tensa, tan frustrante por no dar con las soluciones, tuvo que ser un auténtico calvario. Uno de esos escenarios en la vida en el que no puedes dar lo mejor de ti, que te maniata, que te aliena hasta hacerte pequeñito.
Por eso, sin ese enorme menhir encima que llevar a cuestas, lo que se vio en el Martínez Valero fue un Elche sin nada que perder, valiente, con ganas de agradar a una hinchada local que se dio cita en gran cantidad a pesar de las luctuosas circunstancias del descenso en un curso de centenario que hubiera merecido otro desenlace.
Uno nunca sabe bien si es un pro o una contra medirse a un equipo ya descendido, si se encontrará un equipo deprimido o liberado. Lo que sí que está fuera de toda duda es que el Elche se irá a Segunda, pero lo hará sin perder el orgullo si los partidos que le restan los juega como el que jugó ante el Atlético. Y otra reflexión, si el equipo ilicitano hubiese dado este nivel toda la temporada, a buen seguro que no habría perdido la categoría. Pero en el desenlace del partido disputado en Elche no fue sólo mérito del cuadro local, sino que también tuvo que ver con una versión del Atlético reducida, pre Mundial, podríamos decir en algunos aspectos. Sobre todo en una primera mitad algo tibia, muy alejada de del equipo goleador y ofensivo de los últimos partidos. Llegaba el equipo de Simeone de diez días de parón, con muchos lesionados, con muchos jugadores sin todas las sesiones de entrenamiento, con alguno como Correa tras lesión… y lo que se vio era algo que podía pasar.
El Atlético se cae de esa segunda posición que había logrado en la pasada jornada, la pelea por el segundo peldaño de Laliga no está decantada todavía. El Real Madrid y el cuadro colchonero tendrán pugna hasta el final. El Elche salió decidido a darle la alegría de la temporada a los suyos. Nada más comenzar, Lautaro con un disparo cruzado a las manos de Grbic, algo parecida a la que pasados los primeros 20 minutos firmaba también Nteka, con el mismo destino, la manos del arquero croata que viene supliendo a un Jan Oblak sin plazo fijado de su recuperación de los problemas cervicales que sufre.
El Atlético tampoco estaba de visita al Martínez Valero, se jugaba sus cosas. De tal manera que comenzó a asomarse a la portería rival con un centro de De Paul que Morata picó con muy mala intención al palo más alejado, al que tuvo que lanzarse Badía para evitar el primero de los colchoneros. Acto seguido, la misma jugada, Griezmann veía sin necesidad de mirar a su compañero De Paul, que disparaba a bote pronto, en el punto de penalti, alto.
El choque se movía en un medido intercambio de ocasiones hasta que al filo de la media hora, un saque de esquina derivó en un centro al área en el que Grbic falló al salir, despejó blando al punto de penalti, donde Fidel la enganchó de volea para mandarla a la red. Un tanto que no debería haber subido al marcador, porque se dio en un saque de banda en el que el jugador del Elche invadió el terreno de juego y en el que en la jugada se produjo un posible empujón a Koke que bien podría haber sido falta, desentendiendo de la camiseta y el estadio en cuestión. En esta ocasión, para el colegiado Alejandro Muñiz Ruiz ni para el VAR lo fueron.
Los cambios revitalizaron al Atlético, que tuvo dos de Morata y Carrasco para haber empatado, si bien es cierto que el Elche, a la contra, en acciones de Pere Milla, Gumbau y especialmente en una jugada de Boyé, casi solo en el área, pudo poner el 2-0 ●