Regreso al futuro

El Barça volvió a celebrar una Liga en el Camp Nou. No lo hacía desde 2019. Es el primer campeonato sin Messi después de 15 años mágicos con el número uno del mundo marcando el tono del club. La primera Liga sin Leo es un regreso al futuro: volver a ser campeón, pensando en que el ciclo se vuelva a abrir. Los jugadores celebraron ayer con la afición un título prioritario esta temporada. La gente del Barça ha llenado el estadio y no ha parado de animar durante todo el año. El equipo se ha sentido apoyado desde la grada, el vestuario y el palco. Y desde los medios. Los futbolistas se han dedicado a jugar al fútbol. Y se ha notado. No ha sido una Liga de juego especialmente brillante, pero sí en la que el Barça ha logrado ofrecer un bloque sólido en defensa, equilibrado en el mediocampo y efectivo delante, sacando adelante los encuentros sin exhibiciones bajo la batuta de un Xavi que se ha ganado el respeto del barcelonismo y la presidencia de un Laporta cercano a la gente. Pero la temporada no ha acabado.

EL BARÇA NO PUEDE BAJAR LOS BRAZOS en los tres partidos que quedan, porque está en juego la Liga para los rivales y no debe bajar la intensidad, aunque la lógica lo imponga después de haber logrado la meta. El equipo de Xavi debe ir a por todas, como lo hubiera hecho si se jugara el campeonato, para lograr un buen número final, respecto a sus adversarios y para dignificar la competición en la que hay equipos que se están jugando mucho. Aparte, el club tiene deberes antes del 30 de junio para confeccionar la plantilla.

EL PLAN DE VIABILIDAD PRESENTADO en Laliga es posible que se apruebe la próxima semana, pero lo importante no es eso, sino cumplirlo. Y para ello será necesario convencer a los futbolistas que deban marcharse y a los que se desee que vengan. Es seguro que se irá Busquets, un capitán legendario al que hay que agradecer su compromiso, y Jordi Cruyff, que ha formado una excelente dupla con Alemany, que se queda. Hay trabajo ●