Jon Rahm, quiero y no puedo y discreto final
→ Puesto 51 para el vasco: “este deporte te mantiene muy humilde”, dijo
→ No ha tenido en este 105º PGA Championship una actuación destacada que digamos el nº1 mundial y líder de la Fedex Cup Jon Rahm. Su última vuelta (71 para 287, +7 y 51º puesto empatado) fue un quiero y no puedo y el buen arranque de día, con sendos birdies en los dos primeros hoyos, no tuvo luego continuidad y eso que dispuso de oportunidades claras para ir ganándole golpes al Oak Hill C.C.
También es verdad que salvó varios pares increíbles con golpes de recuperación fantásticos. Como el día anterior, Rahm no jugó contemporizador sino todo lo contrario, siguió buscando las banderas, arriesgando para intentar acabar con bastantes golpes bajo par y ascender cuantos más puestos mejor. Pero el gozo en un pozo. Este no ha sido el PGA de Jon, está claro. Un ‘major’ en el que tiene como mejor resultado un 4º empatado en 2018.
El día amaneció con sol, temperaturas máximas de 22 grados y poco viento. Rahm salió a comerse las banderas, pero unas veces el putt no le acompañó, fallando ocasiones claras de birdie en la segunda parte de recorrido y en otras, o errores de cálculo en la elección de palo o el deseo de acabar lo mejor posible, o la ansiedad, le privaron de un mejor resultado y de un mejor final. Cuando él terminó salía en el hoyo 1 a por su quinto ‘grande’ Brooks Koepka. El de Barrika debía esperar a lo que hiciera Scottie Scheffler para seguir una semana más como nº1 mundial. Scheffler fue top 3 y adiós liderato.
Jon salió a jugar con el sudafricano Dean Burmester, de modo que completó su semana LIV Golf en cuanto a sus emparejamientos. Jugó con Cameron Smith las tres primeras jornadas y este domingo con el último golfista que se enroló en la Superliga saudí a principios de año.
Rahm partía con un resultado de +6. El top 10 era el gran objetivo de la jornada, aunque estaba muy difícil ya que empezó la vuelta a cinco golpes de ese objetivo. Al final, dos bogeys finales en el 17 y 18 (que diferente entre el comienzo y la clausura), unido al golpe perdido en el 10, el caso es que Jon se despidió de Rochester con la tercera tarjeta sobre par.
“He empezado muy bien, pero luego han venido fallos que no debería haber cometido, he metido tres buenos putts al principio y poco más después, fallos que no suelo tener, Muy sorprendido como he fallado golpes, el del 10, 17...”, afirmó en primera instancia Jon. ¿Alguna conclusión? “Lo bueno que tiene este deporte es que cuando crees que eres invencible te hace volver a la tierra y acordarte que esto es un trabajo continuo. Y cuando crees que lo tienes te vuelves a tropezar. Te mantiene muy humilde”, añadió.
Volviendo al juego comentó el vizcaíno que “no ha sido fluido, no he estado cómodo con el swing, he estado un par de segundos más de lo normal en la bola y esta semana he tenido que pensar mas de la cuenta. No ha habido nada espectacular. A partir de los dos primeros hoyos poco ha ido bien. Vamos, la tónica de la semana... si llego a estar más cómodo con el putt”, fue el resumen final que hizo Rahm en zona mixta.
El otro español en liza, el catalán Pablo Larrazábal, acabó su 12º‘major’ y 9ª presencia en el PGA, de más a menos con +12 y una última ronda de 74 (+4) para 292 y puesto 65 ●