Sol en el Camp Nou, lluvia en el campus
Un emocionado Alba, que ayuda con su adiós al Barça, empezó a despedirse en Igualada
→ “Hacía treinta meses que no llovía”. El alcalde de Igualada, Marc Castells, bromeaba sobre la tormenta que había caído en la ciudad y que obligó a trasladar la presentación del campus de Jordi Alba del Camp Municipal de Futbol del barrio de Fàtima al Centre Cívic. Una lluvia persistente que deslució el acto pero que no desanimó a un par de centenares de aficionados que, refugiados bajo un manto de paraguas multicolores, aguardaron, a pie de campo y antes de la rueda de prensa, una firma o un selfie del defensa. “No te vayas”, le gritaba alguno con insistencia en su breve recorrido por el lateral del terreno de juego.
Fue un día de contrastes. En el Camp Nou había salido el sol. El adiós de Alba, de mutuo acuerdo con el club, había abierto el cielo azulgrana después de mucho tiempo encapotado. Necesitado de ‘fair play’ financiero, sin Piqué, Busquets y Jordi, el Barça ve ahora más factible el visto bueno a su plan de viabilidad y más cerca la inscripción de Araujo y Gavi, entre otros. Rayos de esperanza para aliviar su maltrecha situación económica. El canterano se va perdiendo dinero. Renuncia a casi toda la ficha del año de contrato que le queda, no a las cantidades diferidas, calculadas en unos veinte millones. Suficiente para que reine por fin un ambiente despejado.
Nada que ver con los nubarrores negros, en este caso reales, que se vieron en Igualada y el tormentón que imposibilitó la puesta en escena de su campus, que por primera vez será lejos de L’hospitalet, su ciudad natal. Preparado y expuesto hasta el más mínimo detalle sobre el césped artificial, el acto debió retrasarse una hora y cuarto larga a la espera de que escampase, lo que no sucedió. Alba había llegado en un coche Mini acompañado de su padre, Miguel. Le esperaba su hermano David, el ‘alma mater’, director del campus y que lo tiene todo previsto, para que del 3 al 28 de julio, chicos y chicas de 6 a 16 años disfruten del fútbol.
Muy escoltado, Alba fue atendiendo a todos los aficionados que pudo. Hasta el Centre Cívic, la parada final, el lateral y las autoridades –además del alcalde estaba la presidenta en funciones del Parlament de Catalunya, Alba Vergés-– fueron siguiendo un plan B e incluso un plan C para resguardarse de la lluvia, pasando por un gimnasio y un casal.
El mensaje
Todo para enviar un mensaje. “Espero que sea un éxito, que lo pasemos en grande como lo hicimos en L’hospitalet. Estoy seguro de que será genial”. Alba se comprometió a intentar pasarse por el campus porque “es una gran oportunidad estar en Igualada”. Recordó que de niño nunca se sintió presionado por su familia para triunfar. Unos valores que quiere transmitir a los niños y las niñas. “Jugaba un partido y en el coche me preguntaban cómo me lo había pasado”. Sí, también le tocó reflexionar en voz alta sobre su adiós. Dio unas pinceladas. Contó por qué había cambiado de opinión en apenas un par de semanas y se reservó para otra comparecencia ●
Unos doscientos aficionados desafiaron la tormenta para ver de cerca a su ídolo Leo Messi
“Fuiste más que un compañero, un verdadero cómplice en la cancha. Y qué lindo es también poder disfrutar de lo bien que nos llevamos en lo personal. ojalá tu nueva etapa te siga trayendo muchos éxitos y alegrías lo mejor en el futuro”
Sergio Busquets
“Se va el mejor lateral izquierdo de nuestra historia y por encima de todo eso está el gran compañero y amigo que eres y todo lo que pudimos vivir juntos tanto dentro como fuera del campo”
Gerard Piqué
“Ha sido un placer enorme compartir vestuario contigo. Qué espectáculo has dado por banda izquierda todos estos años. te deseo lo mejor”
Marc ter Stegen “Has sido un jugador importante en tu club durante una década ganándolo todo. La afición siempre te agradecerá los momentos históricos que has creado”
Sergi Roberto
“te voy a echar mucho de menos”
Andrés Iniesta “Hermano, qué grande eres”
Joaquín Sánchez “Qué grande eres, hermano!!”
Pau Gasol “Gracias por todo, Jordi”