El Espanyol rescata un punto milagroso
→ Perdía en el 46’ ante el Atlético por 0-3 y fue capaz de empatar cuando lo daban por muerto, pero se agarra a la vida y a una salvación agónica
→ El Espanyol se levantó de entre los muertos para protagonizar un milagro que le sigue aferrando a la vida, a Primera División. Perdía 0-3 en el minuto 46’ ante un letal Atlético y fue capaz de rescatar un punto heroico, un punto que puede darle una salvación que sigue estando muy complicada pues el Getafe ganó en Sevilla. Se llevó un punto e incluso mereció la victoria en una recta final para la historia de los milagros, la fe perica, ese ADN que nunca se rinde.
Tras el brutal partido y el milagroso punto, el Espanyol duerme a tres de la salvación y deberá vencer en Mestalla y al Almería para seguir en la elite.
Salió mordiendo el Espanyol y Melamed y Puado tuvieron chance en los primeros minutos. Pero pronto el Atleti tomó el mando y avisó que no venía de paseo pues ya en el 11’ Pacheco se lució a un disparo a bocajarro de Correa, aunque hubo fuera de juego.
Tras la salida en estampida de los pericos, el Atleti se empezó a gustar con un Griezmann muy suelto, jugando cómodo pese a que Calero era su sombra. La medular perica sufría ante el poderío de sus homólogos, muy aculada la zaga. Se estiraba bien el Atleti llevando veneno cada vez que pisaba área local y acabó mojando. En el 21’ Hermosos se sacó un pase milimétrico a Saúl y éste fusiló a Pacheco, sin llegar a cruzarse Montes.
Pero con el gol, el Espanyol lejos de hundirse, se creció y se vino arriba y firmó los mejores minutos de toda la temporada. Encerró al Atleti y tuvo varias ocasiones para haber igualado, tuteando y mereciendo el gol, tanto en varios córners envenenados como a la contra. Merecía el empate.
Hubo hasta una jugada polémica que no favoreció a los pericos. Gbric paró a bocajarro un chut de Cabrera y en el rechace se pidió penalti por unas supuestas manos de Sául, pero el VAR desestimó que hubiera algo punible. Y cuando se mascaba el empate, cuando la grada era una ‘caldera’ llevando al equipo en volandas, bofetada y de las sonoras. La zaga quedó retratada pues el Atleti tuvo tres ocasiones encadenadas, Carrasco al palo, paradón de Pacheco a chut de Saúl y a la tercera remate de Griezmann con suspense agónico y letal. El colegiado revisó la jugada y con la ayuda del VAR, dictaminó que el balón del francés había superado la línea. Subió el 0-2 al marcador, siendo el fútbol más que cruel pues el Espanyol había merecido el empate. Aunque la retaguardia, increíblemente estática en la jugada, salió en la foto. Horrible.
En la reanudación Luis García movió fichas, buscando voltear la tortilla, buscando el milagro. Salió Vini Souza en lugar de Calero. Y cuando algunos aficionados aún estaban en el bar, llegó el revolcón mayúsculo. Correa puso a prueba a Pacheco, que no blocó bien el chut y el rechace
César Montes, Joselu y Vini firmaron la gesta cuando la grada se veía en Segunda
lo cazó Carrasco para firmar el 0-3, ante la pasividad de una zaga a la que le volvieron a sacar los colores. La diana hundió al equipo y a una grada que volvió a explotar como el infausto día del derbi con cánticos contra el presidente Chen y gritos de ‘Directiva, dimisión’. El drama cogía forma.
Después de unos minutos donde se intentó digerir la tragedia, los pericos se volvieron a revolucionar buscando la gesta. En el 64’ un testarazo de César Montes puso el 1-3 en el marcador y dio alas al equipo, encerrando a un Atleti sin tensión. En el 67’ Joselu hizo el segundo perico, infartando más de un aficionado, pero el gol fue anulado por fuera de juego .
Siguió apretando un Espanyol desatado, removiéndose en sus cenizas y negándose a empezar a despedirse de Primera. En el 74’ Pacheco firmó uno de los paradones del año. Y se empezó a cocinar la remontada.
En el 75’ un penalti sobre Puado hizo que el estadio enloqueciera. Joselu transformó la pena máxima poniendo el 2-3 y todo se aceleró, todo devino una locura.
Y ‘Vini’ Souza se estrenó como goleador el día que más lo necesitaba el espanyolismo. Marcó el brasileño en el corazón del área, hizo el 3-3, hizo el milagro cuando el Espanyol estaba muerto, estaba en la lona. Y el estadio se cayó y clamó como si de un circo romano se tratara pidiendo el cuarto.
Lo tuvo Joselu a la contra, en una jugada clarísima que desbarató Grbic cuando el estadio ya se caía. Y minutos después (85’) también la tuvo Braithwaite, más madera. Bendita locura pues el Espanyol se cocinó la remontada en un cuarto de hora histórico. Siguió mordiendo hasta el último suspiro pero no le dio para hacer el tanto del triunfo. Ahora a ganar en Mestalla y seguir creyendo. Este Espanyol no se rinde todavía ●