MUERTE TRÁGICA
→ El plusmarquista mundial de maratón, el keniano Kelvin Kiptum, falleció en un accidente de coche → Perdió la vida junto a su entrenador, a los 24 años y sólo cuatro meses después de su récord en Chicago
→ El keniano Kelvin Kiptum, plusmarquista mundial de maratón, falleció ayer trágicamente en un accidente de coche a los 24 años. Según informaron las autoridades kenianas, con la confirmación de la familia del atleta. Kiptum y su entrenador ruandés Gervais Hakiziman murieron en un accidente de coche ocurrido en la carretera entre Eldoret y Kaptagat.
El mundo del atletismo en particular y del deporte en general recibió un durísimo golpe y está de luto con la noticia de la muerte de Kiptum, que batió en octubre del año pasado el récord mundial de su compatriota Eliud Kipchoge (2h.01’09”) al imponerse en Chicago con un tiempo de 2h.00’35”.
Ganador el año pasado de dos de las grandes maratones del mundo, Londres y Chicago, Kiptum se perfilaba como uno de los grandes favoritos en la maratón olímpica y, de hecho, también en una de las grandes figuras de París’2024, donde el atletismo es uno de los deportes rey de los Juegos junto a la natación y la gimnasia.
Su extraordinario mordisco a la plusmarca de maratón puso de nuevo sobre la mesa el debate sobre los límites humanos, sobre la posibilidad de cuándo y dónde el hombre podrá bajar de las dos horas para acabar la mítica y agónica prueba de los 42,195 kilómetros.
El maratón fue en su día un refugio de viejas glorias de la pista, fon- distas ya veteranos que reverdecían en la ruta sus marchitos laureles de la pista. Sin embargo, en los últimos tiempos una nueva generación ha sacudido los cimientos de la prueba larga mítica: son mucho más jóvenes y en- trenan específica- mente. Y el mejor de todos ellos, registros en mano, era Kiptum.
Él era el epítome del maratoniano, un junco de 1,80 m. y 65 kgs. nacido y criado en la altitud del legendario valle del Rift keniano, donde cubría de 250 a 280 km. semanales en sus entrenamientos.
Con 23 años, en abril de 2023, debutó en una maratón de superelite, en Londres, venciendo y firmando la segunda mejor marca mundial de la historia, a sólo 16 segundos del récord mundial que entonces poseía su compatriota Eliud Kipchoge. Sólo fue un aviso de lo que vendría poco después.
En octubre, en Chicago, otra supercarrera, pulverizó la plusmarca universal en 35”, dejándola en 2h.00’35”. Nunca un humano había roto la barrera de las 2h.01’.
Kiptum cubrió la distancia a un demencial ritmo de 21 km/hora. Y sí, las zapatillas de tecnología punta ayudan, pero no son mágicas.
Siendo tan joven, su futuro no podía augurarse más brillante, pero la crudeza de la vida se ha cruzado en su camino de la forma más trágica y todo el mundo llora ahora su muerte con sólo 24 años.
Quería batir la barrera de las dos horas, que la había rebajado Kipchoge pero en una prueba no homologada. Y también aspiraba a colgarse el oro, a rivalizar en 2024 con su referencia Kipchoge.
“Cuando era pequeño veía entrenar a Eliud y yo me decía que un día sería como él”, señalaba el a hora malogrado atleta, que iba camino de superar las hazañas de su ya veterano ídolo de 39. Que se queda si heredero ●