En Vigo pero en Nápoles
Solemos pensar que los calendarios no sirven de mucho pero faltan 14 jornadas y el Barça debe ir a los campos de los otros cuatro que van en cabeza. Es una clara barrera a superar. Podemos ya decir que la
Liga se nos escapa, pero más grave sería no ir a la Champions. Y ese debe ser objetivo prioritario del equipo, aún de Xavi. El partido frente al Granada, aparte del mal resultado, me dejó sensaciones extrañas. Vi de nuevo la presión adelantada infructuosa y los visitantes podían salir jugando con facilidad ante barcelonistas incapaces de coordinar una presión conjunta entre atacantes y medios que no llegaban a recuperar en zonas donde presumiblemente debían hacerlo. Sin embargo la presión de Pellistri, Gumbau, Melendo, Hongla o Sergio Ruiz junto a la intensidad de todo el equipo era suficiente para igualar a todo un Barça. Otra percepción que tengo en los últimos partidos es la falta de pases en profundidad. La mayoría son al pie y no se crean movimientos para generar espacios. Ferran lo hace a veces, Raphinha también con algunas diagonales y Vitor Roque presiona bien y provoca pases en profundidad.
No todo fue negativo. La combinación del gol entre Cancelo, Gündogan y Lewandowski fue espectacular, los goles de Lamine y su actitud defensiva es muy buena, pero también me gustaría verlo buscando los espacios y profundidad tan necesaria tras recibir cinco pases al pie. Ahora toca visitar a un Celta con 21 puntos menos. El equipo tiene que ganar el sábado para llegar con fuerza, intensidad y ganas de pelear frente a los italianos en un campo difícil como Nápoles ●