LE, Mbappé y Dembélé
Elpsgde Luis Enrique sufrió mucho en la primera parte la sensacional presión adelantada de la Real Sociedad de Imanol. Los donostiarras superaron a los franceses en una primera mitad con mucha disciplina táctica por parte del bloque vasco pero pocas ocasiones claras salvo un disparo al larguero. Antes del descanso, la Real mereció adelantarse en el marcador. Luego emergieron tres figuras: LE, Mbappé y Dembélé.
LUIS ENRIQUE ORDENÓ A SU EQUIPO Y
condujo a sus jugadores a llevar a cabo una presión efectiva en la segunda parte, que dio un giro al encuentro, con unos futbolistas que no pudieron poner en práctica la misma exigencia física tras el descanso. Un gol de Mbappé abrió la lata y cambió el relato del encuentro, con un Dembélé enchufado, clave en el segundo gran tanto de Barcola. Ousmane es un futbolista que se mueve entre el 10 y el 3. Mbappé siempre es un ocho hacia arriba. El ex jugador del Barça propició la jugada del segundo gol que sentenció el encuentro ante una Real que no dejó de percutir pero que no podía imponer esa presión del primer tiempo.
UN EQUIPO CON MBAPPÉ Y DEMBÉLÉ
delante tiene mucha creación. La Real jugó muy bien al fútbol con un mediocampo que balancea a la perfección la presión y el dominio, pero en la segunda mitad los franceses apretaron más y desbordaron en ocasiones a los donostiarras, que dieron la cara y ofrecieron gran imagen. Pero llevan cinco partidos sin anotar. Eso se paga. Anoeta será una caldera con un mal resultado pero buenas sensaciones de juego (no de gol) después del encuentro en París. Luis Enrique y su PSG no irán confiados, pero la Real dejó el sello de lo que puede hacer y es mucho como bloque. Frenar la inspiración de cracks como Mbappé y Dembélé no es fácil, como tampoco el diseño de un gran técnico como Luis Enrique, pero los vascos van a pelear por una plaza en la historia, sin duda. En París vivieron las dos caras, una en cada parte y necesitarán un partido perfecto. Lo saben. También el Bayern deberá aflorar su mejor nivel tras perder ante el Lazio en la ida. Los alemanes perdieron de penalti pero Tuchel no acaba de superar una crisis indudable ●