La última esperanza

La afición del FC Barcelona es tan generosa que es capaz de olvidar muchos males en caso de festejar el próximo miércoles una buena victoria en Nápoles. Y es que queda una última esperanza en Champions para creer mínimamente en el presente, a la espera de afrontar el futuro incierto con otro entrenador. En Can Barça la búsqueda de cualquier ilusión está en el orden del día, ya que todavía restan tres meses para que acabe la campaña y aquí habrá que controlar la hemorragia en algún momento.

Lo próximo se explica por sí solo. Es la última bala para tratar de levantar el vuelo y poder alcanzar unos cuartos de final de la Liga de Campeones, algo que no se consigue desde aquella famosa edición en Portugal en el verano de 2020. En suma, hablar de títulos a día de hoy no es lo más coherente, pero sí por lo menos intentar asegurarse un puesto entre los ocho mejores equipos a nivel continental.

Xavi Hernández se enfrenta ahora a una semana muy crucial de cara a su continuidad de aquí a junio. Él, más que nadie, sabe perfectamente que la paciencia de la junta directiva se está agotando al máximo y que una hipotética eliminación frente a los italianos obligaría a una decisión firme, si es que no la toma el mismísimo Xavi. Y para ser justos y mirando el lado positivo también, el de Terrassa está ante la oportunidad perfecta para devolver el mejor ambiente al club blaugrana logrando una clasificación fundamental tanto en el terreno de juego como fuera.

Todo está preparado para el gran examen europeo, aunque antes habrá que pasar por Balaídos, donde lo anímico contará mucho para la cita del próximo miércoles ●