Sevilla baila al ritmo de la Roja
→ La Cartuja congregó a 21.856 hinchas, récord absoluto de la selección en España
→ Sevilla tiene un color especial para la Roja. Tenía que ser en la ciudad del flamenco y las palmas donde la selección femenina volviera a hacer historia. En el Estadio de La Cartuja las campeonas del mundo solo conocen la victoria en sus cinco partidos disputados. Aquí ya habían marcado Aitana, Mariona y Jenni y habían debutado Athenea y María Pérez antes de vivir la gran fiesta de ayer ante Países Bajos con el colofón del billete a los Juegos de París.
El público recibió a las internacionales con vítores y aplausos. Dos horas antes del encuentro, la entrada al estadio ya estaba imposible con largas colas para acceder. Lo cierto es que no se llenaron las gradas, con 21.856 espectadores en un estadio con capacidad para más de 57.000 personas, pero aún así se logró el récord absoluto en España. Supera los 15.896 que hubo en Málaga el 5 de diciembre ante Suecia. Tiene su mérito teniendo en cuenta el cambio de sede apenas quince días antes al no ceder el Cádiz el Nuevo Mirandilla.
Se vio a muchos seguidores haciendo cola por una entrada de última hora facilitadas por la RFEF e incluso comprando por internet a la desesperada. No se llenó el campo, pero la gradas no cesaron de animar y corear el nombre de Aitana, de Jenni y de su querida Olga Carmona,
La selección solo conoce la victoria en este estadio en sus cinco encuentros
Ambiente familiar con banderas y un lema común: ‘Ellas juegan, soñamos todos’
la sevillana heroína del Mundial con su gol antológico en la final ante Inglaterra, un gol imborrable.
Niños y niñas desbordaban alegría con sus padres y abuelos, en un ambiente familiar con banderas y bufandas españolas y un lema común: ‘Ellas juegan, soñamos todos’.
Desde las gradas, la excapitana que levantó la Copa del Mundo, Ivana Andrés, animó como una seguidora más, siempre a lado de la Roja pese a o haber sido convocada. Alexia Putellas y Tere Abelleira no entraron en la lista al no estar aún recuperadas de sus molestias y seguirán sus planes de recuperación en Las Rozas, en consenso con Barça y Real Madrid. En el campo, Salma lo intentaba, Athenea desbordaba y Cata Coll salía providencial con el pie. El gol se veía venir y fue la veterana Jenni quien inició la fiesta.
Los hinchas holandeses se dejaron ver en algunos grupos con sus llamativos tonos naranjas, sombreros y gafas incluidos, mientras que un nutrido grupo de periodistas acompañó a la ‘oranje’ en un despliegue mediático que pone de relieve el fuerte impacto y la expectación en Holanda por la selección femenina.
La azulgrana Esmee Brugts se enfrentaba por primera vez a sus compañeras del Barça y Damaris Egurrola se reencontraba con las jugadoras con las que creció en las categorías inferiores antes de decantarse por Países Bajos para la Absoluta. Había ganas de revancha por la eliminación en cuartos del Mundial, pero la Roja está a otro nivel y no iba a dejar escapar el billete olímpico por nada del mundo.
Antes del encuentro, el concierto de India Martínez fue el preludio de la fiesta que se iba a vivir ●