Un analista del fútbol de perfil bajo que encandila al vestuario
→ Pau Cubarsí se ha ganado a sus compañeros por su descaro y personalidad dentro del campo y su humildad fuera
→ “Cuando tiene la pelota no me suben las pulsaciones, estoy tranquilo”, admitió Xavi Hernández hablando de Pau Cubarsí, tras superar al Nápoles. “Es un chico muy humilde, trabajador. Cuando se dice que este club es más que un club es por estas cosas”, apuntó el capitán Sergi Roberto. Antes del partido, Marc Ter Stegen ya mandó un mensaje a su entrenador, por si tenía dudas: “Está en un momento espectacular y hay que aprovecharlo”. El alemán parece que lo tiene claro: el chaval de 17 años, siempre en el campo. Solo hay que ver la confianza que le tiene cuando el equipo está presionado. Si el rival les va a buscar arriba, el portero se la da a Cubarsí. Como si fuera el veterano, a pesar de que ante el Nápoles jugó por la izquierda, a pierna cambiada.
Pau se ha ganado al vestuario por su personalidad tanto dentro como fuera del campo. Sobre el verde, parece un veterano a pesar de que este martes se estrenaba en la Champions League. En el vestuario, un joven de perfil bajo y muy educado, sin querer estar expuesto ni en el foco, de los que ya no quedan.
“Es un chico que quiere pasar desapercibido fuera del campo. Incluso le cuesta pedir camisetas a sus compañeros más veteranos porque les tiene mucho respeto”, explican desde la Ciutat Esportiva Joan Gamper.
Ayer mantuvo la calma y arriesgó. Era su primer partido en Champions, pero parecía que jugara igual que en Laliga Promises, hace menos de 5 años, cuando entró en La Masia la temporada 2018-19, de la mano de Jordi Roura y Aureli Altimira. “Este es mi juego. Me gusta salir jugando como siempre se ha hecho en Can Barça”, dijo al acabar con total naturalidad. Porque a pesar de ser menor de edad, ayer no pudo escaparse de los micrófonos al final del encuentro porque le dieron el MVP, premio a mejor jugador del partido. En su debut, una locura.
De hecho, cuando le entregaron el premio sus compañeros, pensaba que le estaban vacilando, que le estaban gastando una broma. Pues no, iba muy en serio. Como su explosión en el primer equipo del Barça.
Ante los medios de comunicación tiró del manual, con su sonrisa de siempre al estilo Marc Márquez. Usó las nociones que aprendió en los talleres de exposición con los medios que tuvo en La Masia y que ha trabajado también con su agencia. Naturalidad y agradecimiento al equipo, con quien compartió el premio.
Pulcro y autoexigente
Cubarsí es un chico muy metódico, disciplinado y ordenado. Le gusta analizarse después de los partidos para corregir errores. Es de los que siempre ha pedido vídeos a sus entrenadores. Lo sigue haciendo ahora. Y también estudia a sus rivales antes. Esta es otra de sus claves. Mira cómo se mueven sus delanteros, cómo reciben, cómo encaran y en qué momento les puede entrar para robarles el balón o frenarlos. Así lo hizo ante Osimhen, uno de los mejores 9 del continente. Ante los italianos, ganó todos sus duelos (6 de 6) y no fue regateado en ningún momento.
Este miércoles, Pau Cubarsí llegó a entrenar con total normalidad a pesar de que le costó dormir. Siguió recibiendo felicitaciones en la Ciutat Esportiva aunque él sabe que ahora el objetivo es seguir trabajando porque esto no para. Atrás dejó a Osimhen, pero el domingo le esperan Griezmann y Morata en el Metropolitano. Casi nada. No hay tiempo para celebraciones, toca seguir trabajando como le insisten los suyos, su gran apoyo ●
Pide vídeos para mirar sus partidos y corregir y para analizar a sus próximos rivales