Proteger a los jóvenes
La exigencia del deporte profesional y, sobre todo, del fútbol, con diferentes competiciones y una gran cantidad de partidos, lleva a situaciones límite en el aspecto físico, técnico y hasta psicológico en ocasiones y se está anticipando la madurez de los jugadores para llegar al alto nivel.
En el Barça, por diferentes motivos, están surgiendo jugadores muy jóvenes. El primero fue Ansu Fati que debutó con 16 años y en el 2020 sufrió una lesión de menisco interno que le dejó sin jugar 11 meses. Gavi causó impresión por su precocidad y su juego agresivo, valiente y diferencial. Debutó con 17 años y ahora se está recuperando de la lesión de cruzados sufrida en un partido de España contra Georgia en noviembre. Balde irrumpió joven y en enero, frente al Athletic, sufrió una lesión muscular por la que tuvo que pasar por el quirófano. De las lesiones musculares de Pedri está todo dicho tras exprimirse en su primera temporada en el Barça y en la selección. La aparición de Lamine Yamal con sólo 16 años, demostrando ser un portento por calidad técnica, velocidad, habilidad en el regate y remate, es un ejemplo de que Xavi está dosificando sus participaciones. Y Pau Cubarsí, con 17 años, ha sido el último elegido debutando en enero con el Barça y en marzo con la selección. Este verano hay Eurocopa en Alemania y Juegos en París. Los clubs son los más perjudicados al tener que ‘prestar’ obligatoriamente a los jugadores con el riesgo de posibles lesiones. habría que proteger alos jugadores, sobre todo a los jóvenes que no han alcanzado la madurez física necesaria para afrontar tantos partidos en una misma temporada ●