Con el espíritu del Calderón
→ El Metropolitano recordó con su tifo al histórico estadio colchonero y el inicio de partido del equipo rememoró a los protagonizados allí
→ El Atlético de Madrid tuvo frente al Borussia Dortmund en la ida de los cuartos de final de la Champions League el espíritu del Vicente Calderón. Tanto dentro como fuera del terreno de juego, afición y equipo homenajearon al coliseo del Manzanares en el choque ante el conjunto alemán.
Todo comenzó con el mosaico elegido para la ocasión. El Metropolitano se convirtió en el Calderón cuando los aficionados colchoneros levantaron sus cartulinas.
Rojas y blancas en el anillo superior y azules en el inferior, imitando el color de los asientos del antiguo estadio rojiblanco. El lema elegido fue ‘Ahora, Atleti ahora’, otro de los clásicos del Manzanares. A la izquierda, un dibujo de un aficionado megáfono en mano, similar al que se pintó en su día en el vomitorio del fondo sur.
Eso fue antes de que el balón echara a rodar. Y cuando lo hizo, el equipo también recordó a ese que en noches importantes de la era Cholo salía en tromba a por el rival a orillas del Manzanares. En la memoria colectiva un partido del que justamente se cumplían diez años, el Atlético-barcelona de vuelta de cuartos de la Champions.
Ese día, el cuadro rojiblanco fue un vendaval que se llevó por delante a los azulgrana en los primeros minutos del encuentro. Koke marcó el 1-0 con la grada vibrando.
Y ayer eso se vivió en el coliseo de la Avenida de Luis Aragonés. Los colchoneros desataron una tormenta perfecta sellada por Rodrigo de Paul, que robó un balón en la frontal del área del Dortmund para luego batir al portero Kobel.
Y pudo ser mejor
Antes del tanto del argentino, Morata ya tuvo una gran ocasión para el 1-0 y justo después del gol, Witsel rozó el segundo, pero el arquero se lució para evitarlo. Fue un comienzo fulgurante del Atlético ante un Dortmund que parecía acongojado por el rival y por el ambiente. Como en las grandes noches de un Calderón que el miércoles estuvo más presente que nunca en el Metropolitano ●