El desafío de Múnich
→ No ha sido casualidad que el Liverpool, infalible en Anfield, lleve dos partidos consecutivos sin marcar un gol y sumando dos derrotas inesperadas en su estadio, en la Europa League y la Premier. No se puede hablar tampoco de accidente que el Arsenal, el equipo con la mejor defensa de la liga inglesa, haya encajado cuatro goles en el momento más decisivo, y los cuatro en el vibrante Emirates, donde hasta ahora había acumulado victorias y se ha sentido tan a gusto.
Con el exceso de partidos y un lógico agotamiento mental, los dos equipos han quedado presa, súbitamente, de un inevitable colapso de sus jugadores, por fatiga o por la lógica presión de acercarse a la meta, que es lo que hace cometer errores impensables.
Los fallos de Liverpool y Arsenal nada tienen que ver con la falta de calidad, ni por ser flojos candidatos a ganar el título frente al Manchester City. Son hasta justificables, cuando ningún equipo regala nada, y jugadores de la calidad de Eberechi Eze , en el Crystal Palace ,o
Ollie Watkins y Bailey , en el Aston Villa, compiten en contra, ya que son capaces de aprovechar al máximo cualquier desliz o negligencia del rival, por pequeños que sean. Es en los instantes de más tensión por lograr los triunfos, cuando suele agarrotarse la inspiración de los futbolistas y el balón se resiste a entrar. Varios remates de Trossard, Saka, Gabriel Jesus y Havertz pudieron adelantar al Arsenal en su buena primera mitad frente al Aston Villa, igual que las oportunidades
malogradas, para desesperación de Jurgen Klopp, de Salah,
Núñez y Diogo Jota frente al Crystal Palace, porque igualmente le hubieran dado un claro triunfo a los ‘reds’.
Para los dos candidatos a derrocar al City en la Premier, el mal día podía llegar, pero no deben dejar de insistir, ni tampoco perder confianza. Aunque falten solo seis partidos, el día negro también pueden vivirlo los ‘skyblues’ de Guardiola, inmersos en tres competiciones, con fatiga, lesiones y un
Haaland ‘humanizado’, y que deben todavía jugar en campos tan difíciles como Brighton y Tottenham, donde pueden dejarse puntos. Sólo hay que recordar cómo los ‘villans’ de
Unai Emery, tan efectivos y brillantes en Londres, fueron burlados hace menos de un mes en su propio Villa Park por sus rivales, los Spurs (0-4). La liga inglesa es muy poco predecible.
Sufrido el golpe, el mismo calendario exigente le ofrece ahora al Arsenal la que es, sin duda, la oportunidad más esperada del club del norte de Londres en 14 años. “Es el momento de levantarse. Ahora es una gran prueba para nosotros”, afirma Arteta ante la eliminatoria de Champions League, para convertir la frustración y tristeza que dejaron la derrota con el Aston Villa en ambición, esta noche en Múnich. Eliminar al Bayern en su estadio, y llegar a las semifinales de la Liga de Campeones entrando en el elenco de los cuatro mejores de Europa, reafirmaría todo el buen trabajo que han hecho durante los últimos años.
Se trata pues de creer y tener fe, jugando con personalidad en uno de los mejores escenarios posibles. Un éxito en Múnich liberaría a los ‘gunners’ de toda su ansiedad por el peso del pasado. Es un gran reto, pero, como dice Arteta, no les puede llegar en mejor momento ●