‘Aluninzantes’
Contagiado de la confusión extramuros, Araujo también tiró piedras contra su autobús. Fatalidad blaugrana. Lo del Atlético, en cambio, un despropósito. Guarda más balones en la red que en el almacén. Asumida la frustración de unos y el desastre de otros, quedaba la representación española en Champions en manos del salvador de la patria futbolística, que en el Etihad y frente al City, vigente campeón, iba a necesitar un ‘Iron Dome’ para continuar la aventura ‘road to London’… Y un Lunin.
La ruta presentaba demasiados obstáculos, más cuando uno coge ventaja. Aquel gol de Rodrygo parecía de un tiempo remoto desde el momento en que el City cambió de velocidad. Anduvo, remoloneó y espabiló al sentir una guindilla merengue en salva sea la parte. En el primer tiempo aún pudo el Madrid mejorar el 0-1; la segunda mitad se jugó a lo que quiso el anfitrión. Todo el rato, asedio agotador, con Rodrigo imperial y De Bruyne, que empató, oportunísimo.
Aunque el Madrid haya perdido dos veces este curso contra el Atlético, la diferencia entre uno y otro es tan grande que el primero apunta a la decimoquinta, después de imponerse al método MC. Este grupo de Guardiola, con tantos y tan buenos futbolistas, que el Real no envidia, es un martillo pilón. Ataca sin pausa. Es un equipo a la ofensiva, harto de atacar, y otro embotellado, cansado de defender y justito de ideas y fuerzas para encontrar una salida, pero con una fe infinita. De ahí la prórroga, a la que llegó el Madrid superviviente, y los penaltis. Entonces Lunin se transformó en héroe. Detuvo dos, el de Bernardo Silva yelde Kovacic, para enjugar el error de Modric. Fue ‘aluninzante’ ●