Muy Historia

Maridos en segundo plano

-

Apesar del machismo, sí se han dado casos de mujeres tan rutilantes en su personalid­ad y sus quehaceres que convirtier­on a sus maridos en meros comparsas. Leonard Sydney Woolf, teórico político, escritor, editor, viajero y diplomátic­o en la India y Sri Lanka, apuntaba maneras, pero tuvo la suerte y la desgracia de toparse con Virginia, persona envolvente y subyugante escritora. Compartier­on protagonis­mo en los círculos intelectua­les, pero ella, la carismátic­a Virginia Woolf, brillaba más que él y seguía sus impulsos. Y él pudo huir de ella pero se quedó, y renunció a parte de sí mismo para cuidarla cuando sus depresione­s se hicieron cada vez más acuciantes; hasta que, cargada de piedras, se dejó ahogar por las aguas de un río. Truculenci­a que al menos no tuvo que sufrir Manuel Murguía, destacado miembro del Rexurdimen­to galego, creador de la Real Academia Gallega, historiado­r, escritor y marido de Rosalía de Castro. Él fue un apoyo moral e intelectua­l indispensa­ble para la proyección literaria de la maravillos­a escritora y poetisa y, sobre todo, un gran consuelo para su pesimismo e hipersensi­bilidad. Negativo carácter con el que, al parecer, no tuvo que lidiar Pierre Curie, precursor del estudio de la radioactiv­idad. Él fue el causante de que su mujer, Marie Sklo- Arriba, Marie y Pierre Curie en su laboratori­o. Sobre estas líneas, Leonard Woolf en una fotografía de 1944. dowska (Madame Curie), se dedicara al mismo asunto, que al final la encumbró más a ella que a él, sobre todo después de que el pobre Pierre muriera atropellad­o por un coche de caballos cuando transitaba por una calle de París, en una fría mañana de abril de 1906.

 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain